La sanidad volvió a capitalizar el debate político entre los miembros de la corporación lalinense y la dotación al municipio de una ambulancia medicalizada puso de nuevo, de nuevo, el posicionamiento de unos y otros. La oposición culpó al gobierno de tumbar sistemáticamente la demanda a la Consellería de Sanidade de una nueva unidad de transporte avanzado cuando lo llevaba en su programa electoral, y el ejecutivo le echó en cara que, como cuatripartito, nunca exigiesen lo que ahora defienden categóricamente.

Al pleno de ayer venían tres iniciativas: una del propio gobierno, otra del PSOE y otra del BNG. En medio del rifirrafe dialéctico, el alcalde, José Crespo, casi persuadió a socialistas y a Compromiso por Lalín para ir de la mano, mientras que el portavoz nacionalista, Francisco Vilariño, dejaba entrever que no aceptaría una propuesta de mínimos que no fuese la unidad medicalizada. En medio de las intervenciones de unos y otros, el mandatario dijo que una vez que la consellería acometería en Lalín la mayor inversión de su historia, era razonable marcarle unos tiempos en función de las prioridades. En esta línea recordó que a principios de junio comenzará a funcionar el servicio de hemodiálisis y que luego tocará dejar bien atado el futuro Centro Integral de Saúde (CIS) -ayer se aprobó la bonificación a la Xunta del 95% del impuesto de construcciones- negociando "el equipamiento" del futuro complejo sanitario de Alto de Vales. "¿Entonces lo que hay es un cambio de ladrillos?" inquirió Vilariño, mientras que el alcalde insistió que lo que urge ahora es la negociación "de las tripas del CIS". Asimismo, avanzó que está trabajando para que la consellería agilice la licitación del proyecto constructivo de una infraestructura en la que se invertirán 7,4 millones -ya tiene licencia municipal- pues los plazos previstos para este trámite están para mayo o junio. La inminente convocatoria de elecciones autonómicas podría demorar un proyecto que ya está en marcha y por eso el alcalde desea que la licitación, si es posible, se adelante un mes.

¡Claro que queremos la ambulancia medicalizada!", exclamó Crespo, quien insistió en que tras dejar cerrado el equipamiento del CIS sería el momento de solicitar este servicio de transporte. Después de que Rafael Cuíña (Compromiso) y el portavoz socialista, Román Santalla, apelasen al consenso el presidente del pleno abrió una negociación con la oposición que por momentos parecía podría llegar a buen término. La propuesta, tomando como modelo la moción del PSOE -presentada tiempo atrás por los tres grupos de la oposición y votada en contra por el gobierno- pasaría por solicitar la citada unidad medicalizada, pero mientras tanto que Lalín sumase otra ambulancia de Soporte Vital Básico (SVB) de atención 24 horas. La oposición insistió en preguntar qué problema había por ir a una propuesta de máximos y que se desvinculase la ambulancia del CIS, pero Crespo comunicó que sí tenían relación y ofreció dar explicaciones a los portavoces a principios de la próxima semana para tratar de lograr un consenso, en el que previsiblemente no estará el BNG. Porque al final gobierno y PSOE dejaron encima de la mesa sus mociones y solo se votó la de los nacionalistas con un único punto: la unidad medicalizada sí o sí. El gobierno votó en contra. Antes, la edil de Sanidade, Eva Montoto, había planteado la citada transacional, que en parte convenció a PSOE y Compromiso. De una forma u otra, conviene recordar que salvo la apertura de un nuevo concurso del 061, el aprobado el año pasado es por dos anualidades y ahí se generan dudas sobre cómo podría llegar a Lalín otro vehículo asistencial, sea medicalizado o de soporte vital básico.

Montoto defendió la moción de su partido atacando a la oposición por, siendo gobierno, no haber pedido la medicalizada sino un estudio para la misma y solo una asistencial. Insistió en que este cambio de postura obedece solo a un interés electoral. Ahí Vilariño se desmarcó de sus entonces socios del cuatripartito e insistió en que el BNG siempre había exigido la unidad avanzada. ¡Claro que esto es política, como también es que el PP sea el único de la comarca que vote en contra de esta iniciativa, que luego también tumba en el parlamento gallego", dijo, y apuntó que gracias a la presión social áreas como Monforte o O Salnés lograron una unidad de SVA, desmintiendo al gobierno local sobre que solo estén en las grandes ciudades. "Muchos sapos debes estar tragando", espetó Santalla a Montoto, apuntando a Montoto, sanitaria de profesión. Admitió que el exedil Nicolás González Casares había sembrado dudas sobre la posibilidad de lograr este objetivo, pero que fue la propia Montoto la que quiso reforzar una iniciativa anterior diciendo que había que pedir la medicalizada. "Si esto me pasa a mí, me marcho para casa", insistió con la edil.

Cuíña también recordó al PP que la ambulancia medicalizada era una promesa electoral, indicó que esta demanda goza de gran respaldo social e insistió en que los políticos están para darle solución a los problemas a los vecinos. "Voten a favor y luego hagan gestión, por difícil que sea o, ¿Acaso estaban engañando a sus votantes con su programa electoral?", apostilló.