La Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (Cogami) cuenta en Medelo (Silleda) desde 2012 con un centro de recursos cuyo embrión fueron las escuelas de adultos pioneras en A Estrada y Silleda. Iván García, que empezó hace ocho años como psicólogo, lleva al frente de la institución desde hace apenas 12 meses y ya ha visto como el relator de la ONU la ensalzaba en una visita relámpago que tuvo lugar el pasado 28 de enero. "Siempre gusta que, vengan de Australia o de donde sea, valoren tu trabajo, pero el mayor orgullo que puedes tener en un centro como el de Medelo es que eso te lo diga la propia familia del usuario o él mismo", explica García. El director tiene a su cargo una docena de profesionales de ambos sexos que atienden a 27 usuarios procedentes en su mayoría de las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes, aunque hay alguno también de Cuntis o Vedra. "Contamos con dos educadores sociales, un terapeuta ocupacional, una pedagoga, una pedagoga teatral y profesores de talleres de cuero, cestería y todo lo que podamos impartir. Si quieres ofrecer una atención individualizada y profesional, tiene que ser a grupos de tres o cuatro personas como máximo", apostilla el responsable del centro.
En estos momentos, el centro de Medelo tiene lista de espera para acoger nuevos usuarios. El recinto ofrece plaza privada y pública, siendo ésta otorgada por la Xunta. "La principal problemática que tenemos es la del transporte porque tienes que hacer lo que sea para ir a buscar a esa persona a su domicilio. Nosotros tenemos tres rutas abiertas con furgonetas que hacen una media de 70 kilómetros por la mañana y otros tantos por la tarde para que los usuarios puedan estar aquí desde las diez de la mañana hasta las cinco y diez de la tarde", subraya Iván García sobre la dificultad que supone la dispersión demográfica de Galicia. De todas formas, el director de Medelo espera poder ampliar en dos o tres plazas públicas más el número de usuarios para llegar a los 30 sumados a las 17 plazas públicas y las 10 privadas de hoy en día.
Aunque la continuidad es algo primordial para mantener la calidad en Medelo, su máximo responsable considera que "nosotros entendemos que la gente que entra aquí se va a echar determinados años y por eso cada año intentamos innovar, mejorar el servicio y, también, los talleres. Este año empezamos con el taller de madera y el de telares porque fuimos elegidos por la Unión Europea para poner en práctica un proyecto de formación en telares para personas con discapacidad intelectual y recuperar ese viejo oficio". En Medelo saben que su relación con los usuarios tiene fecha de caducidad pero confían en que el siguiente paso sea entrar en cualquiera de los centros sociales de empleo de Cogami porque "para esto trabajas", enfatiza Iván García.
Esa formación orientada a la inclusión socio-laboral está patente en talleres como los de cestería, cuyas prendas tienen una gran demanda fuera del centro, o de cuero, pero también en las numerosas salidas de los usuarios. "No venimos aquí para estar todo el día encerrados y todos los años hacemos varias excursiones. Ya estuvimos en Cádiz, Sevilla, Pamplona, Sanxenxo, Tenerife o incluso hicimos el Camino Portugués a Compostela. Date cuenta de que tú tienes que dar un servicio completo y para ellos el ocio es vital como para cualquier otra persona, y también es la recompensa a los objetivos que se van consiguiendo", concluye el director.
