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Deza da el 'sí, quiero' fuera del templo

Las bodas civiles doblan a las religiosas en Lalín o Silleda - El plazo para casarse es de un año desde el último día de trámites - Los notarios pueden oficiarlas desde 2018

Las bodas civiles son cada vez más frecuentes. // Bernabé

Durante el año pasado, el registro civil de Lalín tramitó 39 enlaces civiles, frente a 15 de carácter religioso. Esta tendencia va a más en los últimos años, y lo hace también en los demás municipios de la comarca dezana, donde las bodas civiles duplican, con comodidad, a las que se ofician dentro de un templo y con un sacerdote presidiendo la ceremonia.

Así, el registro civil de Silleda inició el año pasado 20 expedientes de matrimonio civil, frente a una decena de religiosos. De esos 20, uno quedó archivado y aún faltan tres por oficiarse, dado que hay un año de plazo para casarse desde el último día de los trámites practicados, y no desde el inicio del expediente, como se suele pensar. Silleda mantiene un ritmo estable de bodas civiles en los últimos años, puesto que en 2018 fueron 22 y en 2017, 20. En el concello vecino de Vila de Cruces, de las 20 bodas totales, nada menos que 16 fueron oficiadas en el ayuntamiento, el juzgado o ante notario, y las 4 restantes en una iglesia. En cuanto a los tres municipios menores, en Rodeiro se sigue la tendencia general: siete enlaces civiles frente a dos religiosos, mientras que en Agolada hubo ocho enlaces en total (el registro civil no pudo especificar el carácter de cada uno de ellos) y en Dozón se celebró una boda civil y otra por la Iglesia.

El proceso para una boda civil comienza con la apertura del proceso legal en el registro civil. Además de documentación como el DNI y la fe de vida o la declaración de que no existe impedimento para celebrar esa unión, los contrayentes deberán aportar datos específicos según sean solteros, viudos o divorciados. Hay que adjuntar además otra documentación si se trata de personas extranjeras, como el permiso de residencia o el pasaporte. Hace falta un testigo que esté presente en el inicio del expediente, para dar fe de que ninguno de los contrayentes se casa en contra de su voluntad, y otros dos, que sean mayores de edad, para firmar el acta matrimonial.

El Toxa como escenario

Como decíamos, en enlace puede celebrarse en el consistorio, en el juzgado o en una notaría, puesto que los notarios pueden oficiar bodas desde junio de 2018. En el caso de las bodas en los ayuntamientos, puede presidirlas el alcalde o alcaldesa, o cualquier concejal que escojan los novios. En los juzgados, se encarga el juez de paz.

En cuanto a los escenarios de las bodas civiles, no se circunscriben, ni mucho menos, a los consistorios ni a un juzgado de paz. Aunque se trate de ceremonias breves, hay varios casos en los que la pareja se decanta por un lugar con un marcado significado o un paraje realmente hermoso. Y Silleda de eso sabe bastante: ha habido enlaces al pie de la Fervenza do Toxa o en el entorno del monasterio de Carboeiro, cuya iglesia además está desacralizada. Cabe, también, realizar la ceremonia oficial en la casa consistorial y después, ya junto a los invitados, volver a ejecutar otra unión simbólica en un escenario más idílico o con significado para los contrayentes.

Caducidad

A todos nos suena la frase de película rosa "que hable ahora o calle para siempre", que menciona el oficiante de una boda. Pues bien, en los enlaces civiles se publican edictos, que difunden el futuro matrimonio para que las personas que sepan de impedimentos puedan remitirlos. En Deza, el edicto tiene que estar publicado durante 15 días, ya que sus municipios tienen menos de 25.000 habitantes. Y desde que salen los edictos, dispensas o diligencias sustitutorias, hay un año para casarse. Si pasa ese tiempo, no hay que presentar de nuevo toda la documentación, pero sí quedan caducados esos edictos.

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