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Los cultivos de huerta, en tiempo

Las plantaciones se realizan hasta mediados de marzo - Los frutales están en riesgo de desarrollar hongos por las altas temperaturas

El buen tiempo permite resembrar o abonar praderas, pero puede resultar contraproducente a la hora de podar frutales y viñas. Rosendo Estévez apunta que "con las temperaturas altas de las últimas semanas, los frutales de hueso están empezando a brotar, pero es preferible retrasar las podas. No hay prisa". La plantación de frutales no se ha visto retrasada por este invierno que comenzó antes de tiempo, pero ahora es aconsejable vigilar que la combinación de humedad y de calor no derive en hongos. "No hay que despistarse a la hora de darle tratamientos preventivos", aconseja el responsable de Viveros Estévez.

Aunque es cierto que el agua caída durante los últimos meses arrastró tierra y material orgánica de muchas fincas, también hay que tener en cuenta que más que abonado, en muchas fincas de frutales y de cultivo de huerta lo que se precisa ahora es mejorar la estructura del terreno "mediante compostaje o con abono maduro", apunta Estévez.

Hay zonas en que, por tradición, los ajos y otros cultivos de huerta (como cebollas) deben plantarse en enero. Este año fue imposible no solo plantar, sino hasta realizar una preparación previa del terreno, debido al encharcamiento del suelo. Pero, como decíamos, estas últimas semanas sin lluvias abundantes y sol ayudaron mucho a la recuperación de los suelos. Desde el bazar Agra, en Lalín, María Jesús Vilanova recalca que hasta el 19 de marzo aún estamos a tiempo para plantar estos cultivos de invierno, igual que los guisantes o la lechuga propia de esta estación, que aguanta más el frío pero que a cambio tarda un poco más a la hora de estar lista para ser consumida. "Si plantas antes aprovechando el buen tiempo, también tendrás que recoger antes la cosecha", apostilla.

E, igual que hacen los ganaderos con sus praderas, los viveristas y los amantes de los cultivos de huerta también miran al cielo, pero aguardando a que no se produzcan heladas a medio plazo, porque este manto blanco puede ser muy perjudicial para los frutales, una vez que estén en flor, al igual que una tromba de agua o una granizada.

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