Uno de los platos más deseados por los muchos aficionados a la música es el concierto que ofrece la Banda de Lalín la víspera de la feria. A partir de las 20:00 horas del sábado 15 de febrero, la Sala Tuno Valdés, del Auditorio Municipal, acogerá el tercer programa de la temporada, bajo el título Sinfonías para reflexionar: a vida.

"La vida, tan presente y a su vez tan alejada de la conciencia actual, llama por nosotros a la reflexión en este concierto articulado en dos partes", explica el director, David Fiuza. La primera, con música de autores vivos ( Sinfonia Nobilissima, de Robert Jager, y La Vita, de Yasuhide Ito), "pretende ser una imagen metafórica de cómo vivimos en la actualidad: instantes de estímulos efervescentes, que reclaman nuestra atención poderosamente y se esfuman frívola e instantáneamente al espacio más efímero de la conciencia". Trauersinfonie, de Richard Wagner, y Grande Symphonie funèbre et triomphale, de Hector Berlioz, componen una segunda propuesta que invita a "la meditación más allá de la vida, a tomar conciencia más periférica del verdadero sentido, los valores y la perspectiva emocional; siempre tarde, a tiempo pasado, de connotaciones fúnebres y memoriales, pero con pretensiones optimistas de gloria y triunfo", subraya Fiuza.

Solista y corales

En esta última pieza actuará como solista Juan Romero Montouto, trombonista recientemente distinguido por sus 25 años en la Banda de Lalín y con importantes méritos musicales en su trayectoria. Además, colaborarán las corales polifónicas de Lalín y Agolada, que darán un importante toque de color y triunfal final a la sinfonía de Berlioz. Las dos agrupaciones vocales llevan semanas preparando esos intensos minutos y se muestran muy ilusionadas con esta colaboración, lo que se ha reflejado en sesiones de trabajo que superaron con creces la frecuencia habitual de ensayo.