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El giro hacia explotaciones ganaderas e industrias con menor consumo de agua

Los mapas de desertificación caminan de la mano de los del riesgo de sequía. Hace tiempo que España y parte de la Unión Europea están en riesgo de sequía, pero aún lejos de los indices extremos que presentan no solo el continente africano, sino también buena parte de la Indica.

Para el colectivo ecologista Greenpeace, la única manera de contener el avance de la desertificación pasa por un cambio en la producción económica a todos los niveles. Así, recomienda gestionar los recursos naturales evitando grandes obras, la agricultura intensiva y las energías contaminantes, que en todos los casos exigen un enorme consumo de agua.

A nivel comarcal, es cierto que la puesta en marcha de explotaciones de cebo (sobre todo porcino) ha despertado algunas polémicas por su presunto impacto en manantiales cercanos. Pero también es verdad que los ganaderos han ido adaptándose al cambio climático, buscando cultivos que dependan menos de las precipitaciones. Hace años que el girasol está ganando terreno al maíz, por no ser apetecible para el jabalí y por precisar mucha menos humedad. El sorgo, por su parte, es ideal para zonas bastante áridas.

Pasa a la hora de limpiar las franjas secundarias de cara a evitar incendios, y pasa también a la hora de querer reforestar: buena parte de las propiedades inmediatas a núcleos, así como los montes, están en manos privadas. El Anuario de Estatística Forestal de Galicia 2018, publicado el año pasado, indica que solo en cuatro de los 19 distritos forestales el monte público, es decir, el que pertenece al concello, a la Xunta o al Estado, supone más del 10% del territorio de ese distrito. Estos casos se dan en Ferrol, Valdeorras-Trives, Verín-Viana y Barbanza. El distrito forestal XVI, que comprende Deza y Tabeirós-Montes, tiene el 0,28% de su superficie forestal bajo la denominación de monte público: son 3 montes, que ocupan en total 153 hectáreas.

Pero el movimiento social para regenerar el monte y lograr que vuelva a producir de manera sostenible es evidente en la zona: de las 10 sociedades de fomento forestal (Sofor) inscritas de forma definitiva en 2018, cuatro pertenecen al distrito forestal XVI. Son las Sofor de Parada y Outeiro-Parada (en Silleda), el Monte de Lebozán (en Lalín), y el Monte de Requián, en A Estrada. Gestionarán, en conjunto, 719,81 hectáreas. Hay otras siete Sofor en trámites.

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