La árbitra Zulema González ofreció una charla en la I Mostra de Orientación Educativa y Profesional que se celebró en A Estrada desde el lunes. Se acercó al alumnado para explicarles el camino que emprendió cuando con 12 años se quiso dedicar a árbitra, rompiendo con los estereotipos de "ser mujer y querer dedicarme a este mundo, pero era lo que me gustaba y lo tenía claro". Aunque su sueño era ser árbitra, por otro lado también se propuso estudiar la carrera de Educación Infantil, en la Universidad de Vigo, no conforme con ello, siguió con la de Educación Primaria, en la misma universidad y finalmente hizo psicología a través de la UNED. Con 26 años, la joven ourensana puede presumir de tener tres carreras y estar disfrutando de una de las cosas que más le gusta, el deporte.

El primer punto que abordó en la conferencia es a los retos que se tienen que enfrentar los árbitros en general, "porque siempre vamos a ser los malos, pero en realidad nos respetan porque nosotros estamos por encima de los jugadores y demás que están en el campo de juego", relata González. Por otro lado, añadió que muchos de los asistentes "parece que pagan la entrada para ver el fútbol y desahogarse de los problemas que tienen en casa o en el trabajo". Explicó que los árbitros se tienen que enfrentar solos a los 22 jugadores que están en el terreno más los técnicos y demás personas que se encuentran en los campos de fútbol. "Nosotros llegamos solos y con suerte, si llevamos asistentes, somos tres enfrentándonos a todos los demás", comenta.

Para hacer esta charla más dinámica, Zulema González dejó que el alumnado de los centros estradenses tuviesen el control sobre la misma. El primero en preguntar, quiso saber sobre cómo gestiona las discusiones cuando pita una falta o un penalti. González aclaró que lo más fácil "sería también encararme, pero hay que tener en cuenta que muchos de los jugadores no se conocen las normas, nosotros sí y somos unas personas indispensables en el terreno de juego", explica. Por otro lado, querían saber si siendo mujer solo podía arbitrar a mujeres, pero aclaró que no es así porque ella arbitra a ambos sexos, en diferentes categorías.

El camino para llegar a ser árbitra no fue fácil, aunque fuese un sueño y le viniese de familia. El deporte era su pasión y tenía claro que quería dedicarse a ello, aunque lo combinó con sus estudios. Pero aclaró que los sueños se pueden conseguir si crees en ellos, así es que llegó a arbitrar un España contra Brasil, un partido amistoso, pero uno de los más importantes. Una de las jóvenes, durante la charla, le preguntó sobre qué beneficios le trajo estudiar psicología en el mundo del arbitraje, la respuesta fue directa: "Poder entender a los jugadores, porque en el terreno son como niños, sin enfrentarte a ellos, tratas de calmarlos y explicarles las cosas", relata.

En cuanto a la profesionalidad que exige, relata que los árbitros deben pasar por diversas pruebas para llegar a tener el título, desde psicológicas a físicas. La joven ourensana está categorizada como deportista profesional y entrena con Ana Peleteiro para poder correr detrás del balón durante el partido. Añade que en cuanto a las redes sociales, tiene que tener en cuenta lo que publica porque va a estar muy controlada.