Es una de las vías de acceso al centro de A Estrada, aunque su imagen no le haga justicia. Ascender por la empinada Rúa 56 es enlazar, de forma directa y en poco más de 200 metros, con la Praza de Galicia -la popular A Farola- y situarse en el cruce de caminos que se considera el corazón urbano de la capital estradense. El firme de esta calle acaba de ser sometida a una importante reforma para intentar acabar con los conflictivos socavones que venían adornando esa calle cada invierno, resultado de la mella que el agua hacía en el pavimento. Superado, presumiblemente, este problema, el Concello se plantea ahora imprimir un cambio de imagen en esta céntrica vía, cometido en el que se implicará a los propietarios. El ayuntamiento exigirá a los dueños de varios inmuebles -muchos de ellos localizados en la Rúa San Paio- la realización de obras de mantenimiento y ornato que redunden en mejorar la estética de esta zona de la villa.
El alcalde estradense, José López Campos, mantuvo en la mañana de ayer una reunión con técnicos municipales para trabajar en esta dirección. Explicó que el Concello está valorando adoptar una orden de ejecución para instar a los propietarios a la realización de unas obras de "mantenimiento y acondicionamiento mínimas", en cumplimiento a las exigencias de la ordenanza municipal de ornato y también a lo establecido en la Lei do Solo. Recordó que al inicio de la Rúa 56 se puede observar la estructura inacabada -desde hace años- de un edificio y que muchas traseras de construcciones de la Rúa San Paio ofrecen también una imagen mejorable. Todo el conjunto termina conformando una tarjeta de visita estéticamente cuestionable para quienes acceden a la villa por esta zona.
López Campos sumó a ello el hecho de que el Concello recibe muchas quejas de los vecinos por desprendimientos desde algunas de las fachadas de estos inmuebles antiguos, así como por la caída de cristales o problemas de limpieza, junto la propia "cuestión estética". El alcalde remarcó que los propietarios están obligados a este mantenimiento mínimo y actuación en materia de ornato no solo por la normativa municipal vigente, sino también por la citada Lei do Solo, de ahí que el gobierno valore dictar la correspondiente orden de ejecución para invitar a estos propietarios a realizar las actuaciones convenientes en cada caso.
El munícipe detalló que el Concello tiene constancia de la necesidad de actuación en una decena de propiedades entre las calles San Paio y 56.
Además de pedir la implicación de los residentes o propietarios -el hecho de no utilizar los inmuebles no exime de las obligaciones establecidas en las referidas normativas-, el Concello tiene previsto continuar dando pasos para ayudar a mejorar las condiciones de este acceso al casco urbano estradense. En este sentido, López Campos anunció que el gobierno que encabeza está valorando una segunda fase de intervención en esta vía, que llegaría de la mano de un proyecto de humanización. De este modo, se buscaría mejorar la imagen de la calle a través de una sustitución de las farolas y el equipamiento con mobiliario urbano, así como con árboles que mejoren la imagen de esta zona urbana.
Desde el Concello se confía en haber resuelto con la reciente intervención realizada en este caso al casco urbano de A Estrada los importantes problemas que presentaba su firme. Se ejecutaron varios drenajes para evitar la acción en el pavimento del agua que aflora en las inmediaciones de la calzada. Después de unas semanas de parálisis por las inclemencia meteorológicas y el período vacacional de Navidad, la actuación se retomó con la aplicación de una capa de rodadura a todo el tramo. El alcalde indicó ayer que durante la próxima semana se procederá al pitado de la señalización horizontal en toda la calle, que ya está abierta al tráfico, aunque advirtiendo al usuario de que se encuentra sin pintar.
