Al embrollo que supone la tramitación de expedientes con administraciones superiores y los cambios de ciertos criterios puede atribuirse, según el gobierno local, la cierta demora de los niveles de ejecución de la estrategia Lalín Ssuma 21, un programa europeo concedido en el anterior mandato al Concello con 5 millones de euros para inversiones.

La concejala de Urbanismo y coordinadora del plan DUSI, Paz Pérez, explicó que la planificación establecía que el nivel de ejecución de los fondos, a 31 de diciembre pasado, fuese del 30%, pero solo se había podido alcanzar el 19. La edil aseguró que las inversiones no corren peligro al margen de que pueda haber penalizaciones y, como ejemplo de los cambios de criterio del ministerio, indicó que para gastos de comunicación se habían previsto 15.000 euros en total y en octubre se comunica que la cuantía debe irse hasta los 100.000. Pérez recordó además que el actual ejecutivo -no hizo alusiones negativas al anterior y solo cuestionó en cierto modo el elevado número de actuaciones del DUSI- cogió el proyecto con un nivel de ejecución, a 31 de julio, del 1,9% o lo que es lo mismo, unos 118.500 euros. Y que en la actualidad, al margen de lo que establezca el férreo control del denominado organismo intermedio, están contratadas intervenciones por 1,7 millones, equivalentes al 27,3% del plan.

Acompañada de la concejala Begoña Blanco, la coordinadora del DUSI manifestó que la plataforma digital de validación estuvo dos meses bloqueada y que aquellos proyectos listos que pretendían ser elevados para su aprobación acumularon retrasos no imputables al ayuntamiento. Otra cuestión sobre la que reparó Pérez fueron las exigencias de documentación a mayores o acreditaciones de proyectos inicialmente no solo aprobados sino que ya estaban en marcha. El organismo intermedio pidió más datos del plan de conciliación o del proyecto del Rivero. Otra de las trabas, dijo, tuvo que ver con los permisos sectoriales que precisaban muchas de las intervenciones. Pero esta estrategia también tiene una parte política y este ejecutivo quiso dejar su impronta con modificaciones para equilibrar al máximo posible las inversiones en el rural y en el núcleo urbano. Asimismo, la concejala dijo que algunas obras ya diseñadas se habían ido de presupuesto y por eso hubo que realizar reajustes en las mismas para no poner en riesgo las necesidades financieras del concello. La humanización de la Avenida Xosé Cuíña o las actuaciones en las rúas Principal y Loriga se iban, en ambos casos, por encima del millón y ahora tendrán un coste de unos 800.000 euros.

En lo que respecta a los proyectos que se pondrán en marcha en próximas fechas, Pérez Asorey aseguró que está prevista la licitación de la intervención en la Avenida Xosé Cuíña y, asimismo, las obras de humanización en las céntricas calles Principal y Joaquín Loriga. También se agilizará el proyecto de la zona del Manuel Rivero y su entorno, que incluye la construcción de un albergue de peregrinos. No conviene perder de vista que días atrás el alcalde, José Crespo, anunció la decisión de mantener la infraestructura habilitada para peregrinos solo durante el tiempo máximo exigido para el cumplimiento del programa comunitario y, transcurridos unos cinco años, el edificio se aprovecharía junto con otro a levantar para la creación de un museo de artes plásticas y música. También en breve se rematará el desarrollo de la línea referida al proyecto de Lalín como ciudad inteligente y se tramitará la licitación del proyecto conocido como Cinto Verde. La intervención en el castro de Donramiro y en el entorno de la iglesia de esta parroquia serán otros de los proyectos que cogerán impulso. En el caso de la fortificación, el gobierno debe conseguir los terrenos, algo que ocurrió con otras actuaciones abiertas pero sin disponibilidaad del suelo.