Los colectivos de caza son conscientes de la necesidad de acondicionar los montes para la caza menor. "Es necesario hacer trabajos de repoblación y de acondicionamiento de hábitats porque así, podremos conseguir un número importante de conejos", considera Julio Mariño, porque, tal y como apunta Manuel Mosteiro, "la caza menor quiere monte raso".

En Dozón tratan de expandir la población de conejo por las distintas zonas para que no estén concentrados todos los cazadores en el mismo sitio. "Lo que hicimos fue preparar tramos de montes en donde antiguamente había conejos, fuimos repoblando, hicimos unas toperas artificiales y funcionó bastante bien", indica José Rodríguez, quien señala que el hábitat de la comarca no está preparado al 100% para la caza menor. "Aunque entre un 30 y 35% del presupuesto va destinado a preparar el monte todos los años y a hacer cortas, pero todavía no está preparado al completo, y para ello se necesita dinero, y también por parte de la administración hay solicitadas desde hace tres años unas quemas controladas que serían beneficiosas para muchas cosas", apunta. Señala que serían buenas para la prevención de los incendios en verano, serviría para preparar el terreno para la caza menor y ayudaría a eliminar en parte los problemas del jabalí. "Porque el hábitat actual es propicio para el jabalí porque hay leña vieja y mucha maleza".