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El árbol más dulce de A Estrada

El confitero Antonio Sanmartín causa furor con sus abetos de Navidad, agotando todas sus previsiones iniciales en solo dos días

Antonio Sanmartín, en la tarde de ayer, empaquetando algunos de estos árboles. // Bernabé/Juan Carlos Asorey

La cabeza de Antonio Sanmartín no descansa. Tanto es así que, todavía con el turrón sin comer, ya piensa en cómo innovar con los trabajos de Pascua. Para poner su sello personal en la mesa de Navidad, este maestro de la confitería apostó este año por elaborar su propia versión del tradicional abeto navideño. En el tiempo en que en cada hogar se decora el árbol para celebrar estas fiestas, este estradense decidió crear los suyos propios. Elaborados en exquisito chocolate, están causando furor.

Desde el obrador de Pastelería Mimela, Sanmartín confiesa que antes de meterse en faena con esta nueva apuesta hizo un cálculo de cuántos árboles de Navidad podría vender. En solo dos días los agotó. En la mañana de ayer ya había vendido más de 200 abetos, cada uno de ellos confeccionado con medio kilo de chocolate. Los encargos no paran de llegar pero Antonio reconoció su intención de plantarse el próximo 20 de diciembre para poder entregarse en cuerpo y alma a la elaboración del turrón que causa sensación entre su clientela desde hace ya muchos años.

Los árboles de Navidad creados este año por este pastelero estradense parten de un cono de chocolate al que se van incorporando aros, adoptando la forma de una conífera que se corona con una estrella o una bola. El cono se realiza en distintas variedades de chocolate, desde el tradicional chocolate con leche hasta el blanco, pasando por el blanco con toques de caramelo, negro puro origen Brasil o de doble fermentación de chocolate negro con maracuyá. En cada uno de los aros el chocolate se combina con una cuidada selección de frutos secos -pistacho iraní, nueces pecanas, nueces de Macadamia o avellanas, por ejemplo- y con bolas de cereal con cobertura de chocolate evocadoras de los más típicos adornos del árbol de Navidad.

Cada pieza se compone de diez aros y, según la versión escogida, se corona con una estrella elaborada en chocolate negro y recubierta con oro de 21 quilates comestible o con una estrella de frambuesa. En la variante más frutal de esta creación los aros incorporan cedro o naranja confitada.

Cada uno de estos árboles tiene alrededor de cinco horas de laborioso trabajo. Miden unos 28 centímetros de altura y muchos estradenses han visto en ellos el centro de mesa ideal para celebrar la Navidad. Sin embargo, Antonio Sanmartín reconoce que algún cliente no pudo resistir la tentación y ya saboreó el abeto, sin dejar que llegase al menos a la cena de Nochebuena. El este obrador de A Estrada se elaboran árboles navideños todos los días, si bien quedan pocas jornadas para asegurarse uno. A partir del viernes 20 de diciembre la creación se volcará en el amplio surtido de turrones artesanos que saldrán de esta pastelería para conquistar a los paladares más exigentes en estas fechas tan señaladas del año. En muchas de estas mesas la decoración estará presidida por un árbol con sello estradense y alma de chocolate.

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