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Con el ladrón al otro lado de la puerta

Asaltan una casa en Carmoega a plena luz del día, pero los ladrones son sorprendidos por la propietaria, a la que propinaron golpes antes de salir corriendo por una ventana

La casa de Mercedes Castro, situada en Carmoega, a la que accedieron los ladrones. // Bernabé/Ana Agra

Mercedes Castro todavía tiene el susto en el cuerpo tras sorprender a tres ladrones en el interior de la casa, cuando ella estaba en su habitación el pasado día 30. Tres hombres entraron a plena luz del día en su vivienda situada en el lugar de Santandré, en la parroquia agoladesa de Carmoega, pero se marcharon con las manos vacías tras ser sorprendidos por la dueña.

Eran sobre las cuatro y medio de la tarde cuando Mercedes Castro se encontraba en su habitación hablando por teléfono. De pronto, sintió unos ruidos y pensó que sería su hijo, que no se encontraba en la vivienda en aquel momento, y comenzó a gritar por él. Pero la sorpresa fue cuando al tratar de salir de la habitación comprobó que había alguien que estaba sujetando la manilla de la puerta por el otro lado. Era uno de los asaltantes, que mientras los otros dos intentaban escapar, tras oír que había alguien en la casa, él aguantaba la puerta con el objetivo de no ser vistos por nadie.

Cuando soltó la manilla para poder escapar él también, momento en que Mercedes consiguió salir, la empujó provocándole un moratón en la barriga con la manilla y otro en la pierna tras propinarle una patada. "Conseguí verlo, era alto, tendría entre 30 y 35 años, muy moreno y llevaba una sudadera marrón con la capucha puesta", explica Castro, que señala que los tres se escaparon por la ventana del baño por la que habían accedido, tras romper parte del cristal. "Intentaron entrar por la puerta y por una ventana de abajo, porque están forzadas, pero al ver que no daban, colocaron las sillas que están en el balcón, unas encimas de otras, para alcanzar la ventana del baño a través de la que entraron".

Consiguió ver a los otros dos que vestían sudaderas entre un color grisáceo y azul claro, también con las capuchas puestas, y observó como los tres saltaron por la valla que cerca la finca de la vivienda. "Allí había un cuarto esperando en un coche, muy moreno, con un chaleco reflectante, y el vehículo era un Citroën Xsara de color azul con matrícula de Pontevedra y sé que tenía también la letra B", recuerda.

Tras acudir al centro médico, esta agoladesa presentó denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Lalín y los agentes se desplazaron ese mismo día al lugar y la Policía Judicial lo hizo al día siguiente.

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