Hace ahora once meses trascendían cobros ilegales en la autopista que comunica Santiago de Compostela con la comarca dezana. La concesionaria de la vía, Autopista Central Gallega (Acega), facturaba a los usuarios que realizaban el trayecto entre Lalín y Silleda 1,15 euros por encima de lo que establecían las tarifas vigentes (2,45 euros) por los 8 kilómetros que, en la salida más cercana a la capital dezana, separan esta localidad del núcleo de Trasdeza. Ahora, usuarios de la AP-53 denuncian de nuevo cobros irregulares, que en este caso, se ciñen a los sistemas de peaje dinámico o también conocidos como OBE; unos dispositivos que el cliente lleva en el interior de su vehículo y que suelen adquirir en entidades bancarias.
El posible fraude, en la conocida como una de las vías estatales de pago más caras de la geografía española, se produce al cobrar al cliente dos o hasta tres veces por el mismo desplazamiento. Es decir, por ejemplo una persona que realice un viaje de ida y vuelta entre Lalín y la capital gallega debería abonar 12 euros en total, pero la empresa le facturaría el doble o el triple; por lo tanto, o bien 24 o 36 euros. Este disparate está corriendo como la pólvora entre algunos de los clientes habituales de la AP-53 y, según fuentes próximas a la representación sindical de la propia empresa, Acega sería conocedora de estas incidencias porque ya fueron trasladadas quejas por estos cobros abusivos a través de la página web de la concesionaria. El boca a boca ha provocado que algunos clientes hayan revisado los cargos bancarios de su dispositivo y ahí han saltado las primeras sorpresas. Conviene precisar que, según expertos consultados, el cargo por el viaje es inmediato, pero cada cliente luego tiene sus condiciones a la hora de liquidar los abonos, pudiendo hacerlo al momento o, por ejemplo, mensualmente.
Estos cobros irregulares en los sistemas de peaje dinámico se estarían produciendo, posiblemente, desde hace más de un mes en todos los mecanismos que hay en las salidas de la vía. Algunos afectados están esperando a obtener una respuesta por parte de la empresa y confían en que cuanto antes les sea reintegrado el dinero que le cobraron a mayores. Lo que no conviene perder de vista es qué pasa con aquellos que no se hayan percatado y estén pagando de más por desplazarse por una vía de alta capacidad ya de por sí prohibitiva. Por el momento tampoco existen estimaciones sobre el número de usuarios víctimas de esta irregularidad, una vez que la mayor parte de los vehículos del flujo de tráfico de autopistas como esta no dispone de telepeaje y el cliente paga en metálico -tanto al personal de cabina como en las máquinas habilitadas para tal fin o con tarjeta de crédito-. Algunas estimaciones apuntan a que los coches con OBE podrían representar tres de cada diez. A falta de que remate el año y el Ministerio de Fomento haga público el balance de tráfico del presente ejercicio, la AP-53 apunta a un nuevo récord histórico de desplazamientos -la media acumulada en los diez primeros meses del año está en 7.066 vehículos al día-. El crecimiento en el tráfico pude atribuirse a dos cuestiones fundamentales: la ausencia de una alternativa real gratuita y el hábito de los vecinos que en ocasiones anteponen la inmediatez a su economía. No existe una opción menos gravosa para el bolsillo de los clientes porque la N-525 presenta un estado de saturación importante, hay que atravesar varios núcleos urbanos y entre Deza y Compostela tampoco hay muchas zonas para adelantar, por ejemplo, a vehículos pesados que suelen ralentizar la velocidad del tráfico.
Firme peligroso
Mientras la empresa, sea por errores informáticos u otros imponderables, parece que siga actuando con total impunidad -Fomento instó a Acega en enero a "solucionar de forma muy urgente" los fallos en los cobros indebidos en, al menos el tramo Lalín-Silleda- solo once meses después se reproducen con el telepeaje, los clientes se desplazan por una vía que en los días lluviosos sigue siendo peligrosa. Con precipitaciones más o menos intensas circular por el carril habitual es, en algunos puntos, un ejercicio de riesgo por los charcos que se acumulan en el firme a consecuencia de un deficiente drenaje. ¿La solución de los conductores? Utilizar casi de manera permanente el carril izquierdo reservado para los adelantamientos pese a que esta práctica esté prohibida. Tampoco hay que olvidar la merma en la calidad del servicio en los últimos tiempos, con un recorte del cuadro de personal de cabina al apostar la concesionaria por las nuevas tecnologías para los sistemas de pago. Solo en los peajes de Santiago (situado en Vedra) y el de Lalín (en el término municipal de Silleda) hay trabajadores en las cabinas. En la primera Ponte Ulla, Lamela y Silleda ya solo existen máquinas.
