En esta época del año los platos calientes llenan los hogares de calor y como ya es tradición la parroquia de Matalobos (A Estrada) rinde su homenaje a uno de esos: Los callos. Desde primera hora de la mañana de ayer las cocineras encargadas de su elaboración empezaron a encender los fogones para preparar este menú que sería servido a numerosos asistentes y también por las casas del entorno. Esta es una jornada festiva que llena el entorno del campo de la fiesta y hace salivar a unos pocos.

Esta parroquia estradense ya empezó con los festejos el sábado, con la celebración de las fiestas patronales en honor a Santa Eulalia en la que contó con misa cantada y la actuación musical del grupo Retrouso. Fue ayer, el día grande de la celebración en la parroquia cuando se festejó la 14ª edición de la Festa dos Callos que congrega cada año a cerca de medio millar de personas en la parroquia. Desde primera hora de la mañana Aurora Loureiro, María José Rosende, Carmen Louzao, Ángeles Pena, Aurea Martínez, Isabel Suárez, Beatriz Penas, José Manuel Deber, Jesús Janeiro y José Seoane fueron las encargadas de preparar el plato protagonista de la jornada para todos los comensales. Estos residentes de la parroquia estradense echaron a la olla 200 kilogramos de garbanzos y 400 kilogramos de carne entre pata, vientre, panceta y chorizo.

A fuego lento se fue preparando el plato mientras en la parroquia daban continuidad a la fiesta, ayer en honor a la Inmaculada Concepción. Fue en torno a las 14:30 horas que se daban comienzo a la degustación del plato estrella de la jornada, tras una buena sesión vermú llena de música. En la carpa se congregaron 450 personas, pero las raciones fueron más del doble, alcanzando a repartir unas 1.100 entre los comensales que prefirieron llevarlas para sus hogares.

El buen sabor del plato provocaba a los comensales mojar el pan en el plato y también repetir en más de una ocasión incluso. El ágape tenía un precio de 12 euros para los que lo degustaron en la carpa, en el que se incluía además de los callos, la cazuela, pan, postre, café y bebida. Para los que prefirieron llevarla a casa, el coste era de siete euros. Durante la celebración, la organización sorteó una cesta navideña, dos paletas y un estuche de champán, para el sorteo los asistentes debían comprar las rifas que tenían un precio de un euro y así colaborar con la comisión. Como en toda celebración, la música no podía faltar, en esta ocasión estuvo de la mano de la Charanga BB+, que estuvo durante la sesión vermú también, y la orquesta Compostela que fueron las encargadas de amenizar la jornada y hacer bailar a unos cuantos con sus variadas músicas.