El portavoz municipal del BNG de Lalín, Francisco Vilariño, denuncia que la comisión de las fiestas patronales no rindió en plazo las cuentas ante el ayuntamiento y pregunta al gobierno local si tolera que se vulneren las condiciones del convenio porque la junta estaba integrada por afines al Partido Popular.

El nacionalista explica que desde la organización se anunció el 30 de octubre pasado que se presentaría ante la administración local el balance económico de As Dores y poco después el alcalde, José Crespo, defendió este ejercicio de transparencia por parte del grupo de personas encabezadas por José Luis Fernández Romero que asumió el diseño de los festejos. Tras tener constancia de las manifestaciones del presidente de las fiestas y del regidor, Vilariño presentó una solicitud por escrito de acceso a la justificación de la subvención municipal, máxime cuando el Concello había incrementado la ayuda directa de los 50.000 euros de años anteriores hasta los 65.000 y que estos fondos fueron adelantados a la organización. Mediante decreto de Alcaldía, explica Vilariño Taboada, fue citado para el 5 de diciembre para consultar el expediente y así lo hizo en el día de ayer. Su sorpresa, subraya, fue comprobar que no constaba la justificación de las cuentas ni de la subvención municipal. "No había nada registrado", proclama, al tiempo que concreta que la comisión tenía dos meses para presentar las cuentas y el plazo comenzaba a contar al día siguiente de la última jornada de las patronales; es decir, el 25 de septiembre. "Encargan las fiestas a un monigote por ser quien es y que tiene el dudoso honor de hacer las peores de la historia que se recuerdan e incumplen el acuerdo", sentencia Vilariño, que además cuestiona otros incumplimientos de la comisión como el compromiso plenario de habilitar tramos horarios en las atracciones sin música para personas con distintas capacidades.

El portavoz del BNG considera que este hecho supone una falta total de transparencia por parte de quien incumple el convenio con el ayuntamiento, pero sobre todo por un ejecutivo al que, dice, no debe preocuparle mucho el destino de los 65.000 euros salidos de las arcas municipales. "¿Cómo es posible que un gobierno no controle el dinero público y no se exija que se presente la justificación", declara. En este sentido, alude de nuevo a las palabras del alcalde cuando dijo públicamente que demandaría "a cualquier comisión la rendición de las cuentas" y que echaba de menos que otras no hiciesen lo mismo. Vilariño está de acuerdo con la fiscalización de los fondos municipales, pero reitera "la doble vara de medir" que hubo con una organización compuesta por afines. Respecto a la comisión de 2018, dice que sí trasladó las cuentas, pero no fue capaz de justificar la totalidad del presupuesto, que en el caso de las del pasado septiembre ascendió a 101.006 euros.

Romero, por su parte, asegura que su junta tiene preparadas las cuentas desde hace un mes y atribuye el retraso a la imposibilidad de quedar con el alcalde para entregárselas en primera persona. Con todo, afirma que el balance económico fue depositado ayer en el consistorio tras recibir una llamada de la edil de Facenda, Raquel Lorenzo, para advertirlo de la necesidad de disponer de este documento.