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¿Y por qué no denuncias al Concello?

Lalín recibió en menos de dos años más de una treintena de reclamaciones patrimoniales

Caída de una mujer que tropezó con un bordillo en el cruce de Calvo Garra con Antonia Ferrín. // Bernabé/Javier Lalín

Una torcedura de tobillo por una baldosa rebelde, un golpe contra una señal mal colocada, el golpe de un contenedor a un vehículo debido a una ráfaga de viento o la afección a una propiedad privada por obras en espacios públicos son algunas de las razones por las que los ciudadanos no dudan en demandar a un Concello para solicitar la correspondiente compensación económica. Aunque algunos de estos episodios pasan desapercibidos y los afectados no se plantean ir en contra de la administración, el conocimiento de la legislación aplicable o expresiones clásicas como: "si esto me lo hace no me pasa a mí, denuncio al Concello" invitan a otros a tomar medidas.

Para eso las administraciones, también las municipales, disponen de pólizas de responsabilidad civil (RC) que cubren las posibles incidencias. Precisamente el Concello de Lalín inició recientemente el proceso de contratación de esta póliza por un importe de licitación de 13.390 euros por un período de dos años. En el pliego se establece un límite de cobertura legal por siniestro de 2 millones de euros o sublímites por víctima, RC patronal y cruzada de 300.000 euros, entre otros detalles. Las licitadoras disponen, además del perceptivo pliego, de un documento en el expediente con el que pueden realizar una estimación de las reclamaciones patrimoniales que llegan al ayuntamiento. En el documento público figuran, en el período comprendido entre comienzos de 2018 y el pasado mes de octubre exactamente 34 comunicaciones en este sentido. La mayor parte de ellas -14 de las 34 totales- se deben a reclamaciones de particulares o compañías de seguros por daños causados en vehículos. La caída sobre automóviles de una señal de carga y descarga, golpes por contenedores desplazados de su ubicación, el impacto de una piedra contra una luna, un bache en una pista de la parroquia de Santiso, un impacto por un vehículo por desbroces realizados por operarios municipales, el reventón de una rueda por socavones sin señalizar en el Parque Empresarial Lalín 2000 o incluso la caída de la barrera del parking subterráneo son algunas de las reclamaciones que fueron dirigidas al ayuntamiento. También, por daños en coches, hay algunas cuando menos curiosas como la de un particular que pidió 306,57 euros por desperfectos ocasionados en un vehículo por el impacto de un balón procedente del campo de fútbol. Estas incidencias fueron peritadas por cuantías que oscilan entre los 133 y los 2.000 euros, aunque en algunas no consta el importe.

Otros ejemplos son las reclamaciones de comunidades de vecinos por pequeñas inundaciones, daños en propiedades privadas por tareas de limpieza del sistema de alcantarillado o reparaciones en muros del rural dañados por maquinaria de desbroces son otras de las que aparecen.

Diputación

Curiosa es la solicitud de la Diputación provincial por daños en las oficinas del ORAL -situadas en el consistorio- por la rotura de una cristalera durante trabajos de corte de hierba. Al parecer, el coste de los cristales era estratosférico, pero el Concello no tuvo más remedio que tirar de RC. Por accidentes en la calle hay cerca de una decena. Figuran por daños debido al desprendimiento de una señal, una caída en la rúa Areal, lesiones por el mal estado del enlosado u otras que no aclaran los motivos de las lesiones. Una de ellas, presentada el año pasado, cifra la indemnización a percibir en 42.718 euros.

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