A Estrada registró en la noche del miércoles al jueves sendos robos nocturnos que se suman a los vividos hace solo unos días en el municipio y en la vecina comarca de Deza. En esta ocasión, los ladrones entraron en dos establecimientos del casco urbano estradense, el concesionario Start Motor y la Cafetería Invictus. Se desconoce el montante total de lo que sustrajeron, ya que en el concesionario encontraron poco dinero que poder llevarse, mientras que la cafetería fueron sorprendidos por la Guardia Civil cuando estaban en pleno robo. Terminaron escapando por una finca anexa.

El primer lugar al que acudieron los asaltantes fue Start Motor, un negocio ubicado en la salida del casco urbano por la N-640 en dirección a Pontevedra. El local cuenta con alarma y cámaras instaladas en su parte frontal, vigilando principalmente los vehículos que tienen en exposición. Por este motivo accedieron al recinto por la parte trasera, reventando una de las puertas de acceso a la zona de oficinas. Tras entrar comenzó a sonar la alarma, lo que los obligó a actuar con celeridad. Tras su marcha dejaron las oficinas revueltas y causaron diferentes destrozos, aunque no encontraron un gran botín en dinero. Ese era su gran objetivo, ya que no se llevaron ningún tipo de material de las instalaciones.

Según explicó uno de los socios de Start Motor, Toño Camba, no suelen tener dinero en el concesionario, ya que las transacciones que realizan no son en efectivo. Tenían sin embargo algo de dinero suelto y un sobre con 300 euros por un tema particular para el pago de una factura que fue lo más destacado que se llevaron. Camba se mostró aliviado una vez las fuerzas de seguridad terminaron recoger las huellas y pudo entrar en las oficinas. Su principal temor era que se hubiesen llevado las llaves de los vehículos en venta o las documentaciones, algo sin valor para los ladrones pero podría haber supuesto un grave problema para Start Motor. Más allá de lo sustraído les queda ahora una factura considerable para reponer algunos de los daños materiales causados dentro de las oficinas.

Tras su paso por Start Motor los ladrones se habrían trasladado a la Cafetería Invictus. En este caso, el asalto estuvo cerca de salirles mal. Fue en torno a las dos de la madrugada cuando una vecina del edificio situado al otro lado de la calle se percató de que alguien estaba entrando al bar situado en la parte baja de la avenida de Santiago. Estos intentaron primeramente acceder al lugar forzando la puerta de entrada. Al no lograr su objetivo probaron con las grandes cristaleras que tiene instaladas, logrando romper la parte baja de una de ellas. Seguidamente solo tuvieron que golpearla para que toda la pieza cayese hacia dentro.

Una vez abierta la entrada, robaron la caja de la cafetería, donde también encontraron unos 200 euros de la lotería de Navidad. Posteriormente desmontaron una de las máquinas, dejando las monedas pequeñas y centrándose en las de mayor cuantía y los billetes. No pudieron sin embargo seguir abriendo máquinas. La vecina que había visto como entraban en la cafetería avisó a la Guardia Civil. En esa noche cubría la zona la pareja de Forcarei, que, por suerte, se encontraba en Tabeirós cuando recibió el aviso. Se personaron en poco tiempo en el lugar. Tras aparcar vieron como uno de los ladrones salía apresuradamente por la cristalera abierta y saltaba una valla situada a pocos metros para escapar corriendo por una finca anexa hacia el Camiño da Congostra.

Al igual que en el caso de Start Motor, desde la dirección del Invictus lamentaron los daños materiales causados, especialmente por las grandes cristaleras que tuvieron que ser repuestas.