Un cuarto de hora antes de las dos de la mañana del lunes, las cámaras de seguridad de la estación de servicio SBC de A Estrada captaron la secuencia de un robo. Sin embargo, sus protagonistas ya lo habían iniciado antes, con la sustracción del vehículo en el que llegaron a la estación de servicio y que, presuntamente, les habría servido para perpetrar otros robos en localidades limítrofes. En esta gasolinera, situada en la PO-841, en la salida hacia Santiago, los tres ocupantes del turismo se llevaron la máquina del cambio situada en el túnel de lavado.

Los asaltantes se presentaron en el surtidor en un Volkswagen Passat azul oscuro. Se bajaron de él tres personas con la cara tapada y herramientas para quitar la máquina, pero no les hizo falta ya que la arrancaron de un golpe, según se ve en la grabación de las cámaras de seguridad. El aparato podría contener una cantidad máxima de 50 euros en monedas, porque era lo que dejaban para el cambio, según explica la encargada de la estación. Sin embargo, el valor de la máquina podría superar los 500 euros. Los trabajadores de la gasolinera no se percataron de lo sucedido hasta la mañana de ayer, cuando los clientes les avisaron.

Tras arrancar la máquina, los tres ladrones la metieron en el vehículo y continuaron presuntamente su marcha dirección a Pontevea (Teo). Se estima que estos tres individuos están detrás del robo sufrido por el Bar Atallo. El dueño del local aclara que el botín que se llevaron no fue grande: una tablet y algo de monedas que había en la caja registradora. Sin embargo los daños materiales causados en el local fueron mayores, ya que "destrozaron" la entrada para acceder al local, según las explicaciones del propietario. El vehículo presuntamente utilizado en ambos robos fue encontrado por un trabajador en Santa Lucía, en Santiago. El coche estaba encendido en una finca, pero sin rastro del botín ni tampoco de los ocupantes.