Su apellido es popular tanto en España como en Portugal. Magín Froiz tiene a gala haber iniciado una aventura empresarial que hoy en día emplea a 5.300 personas en 248 tiendas propias y 66 franquiciadas, llegando a facturar en 2018 un total de 657 millones de euros. Desde hace un tiempo se ha embarcado de acondicionar la propiedad que su familia tiene en la parroquia lalinense de Santa Baia de Losón.

- ¿Cuál es su primer recuerdo de la tierra de sus antepasados?

O Corpiño es la tierra de la familia de mi padre. Tengo muy buenos recuerdos de la casa de mi abuela María, donde también vivían mis tíos Alfredo y Flora y mis primos. También recuerdo acudir en junio a la Romería de Nuestra Señora de O Corpiño y su famoso santuario. Como sabes, se trata de una iglesia de estilo neoclásico, preciosa, rodeada de una amplia carballeira.

- ¿El trabajo le deja tiempo para visitar este lugar de Lalín?

-Hemos reformado la casa natal de mis abuelos y, cuando puedo, voy de visita. Es una casa típica de la zona, modesta, formada por un edificio principal con cocina y cuatro habitaciones y un pajar aledaño. También hemos podido recuperar el hórreo original.

- ¿Fue complicado iniciar un proyecto de vida lejos de Lalín?

-Yo nací en Barbastro, pero desde pequeño he vivido y vivo en la localidad de Poio, en Pontevedra. A la tierra de mis abuelos, O Corpiño, he ido desde niño con frecuencia de visita y lo recuerdo todo con mucha nostalgia y gran cariño.

- ¿Le gustaría volver algún día a sus raíces tras jubilarse?

-Sinceramente, no pienso para nada en la jubilación. Es algo que nunca me he planteado y, de momento, no tengo contemplado.

- ¿Pensó en algún momento llegar tan lejos profesionalmente?

-Por supuesto que no. Desde que empezamos con la empresa en al año 1968 la idea no era pensar en crecimiento, si no en hacer las cosas lo mejor posible, en ofrecer lo mejor a nuestros clientes y tener motivados a los trabajadores. Una vez que consigues con mucho esfuerzo ser competitivo, en el sector te aparecen oportunidades, éstas te llevan a poder crecer si estás con fuerzas y motivación para asumir nuevas responsabilidades, si aciertas y haces una buena gestión, podrás continuar con el proyecto con la idea de consolidar la empresa. De todas formas, los primeros pasos no fueron fáciles. Teníamos muy pocos recursos pero muchas ganas de trabajar y responder ante las personas que habían confiado en nosotros. Tenía la responsabilidad de cumplir con todos nuestros compromisos, con los clientes, proveedores, trabajadores y demás. Fueron tiempos muy difíciles, pero los recuerdo con mucha ilusión.

- ¿Cuál ha sido su impronta personal en el grupo empresarial?

-En esencia el negocio de la alimentación durante todos estos años no ha cambiado mucho, hay que servir al cliente y, servirle bien todos los días, de este modo disfrutaremos con el trabajo, con el trabajo bien hecho. El cliente sigue queriendo atención, calidad, precio, servicio, surtido y cercanía. Se trata de intentar hacer las cosas un poquito mejor cada día, generar empleo y riqueza en nuestro entorno con clientes, proveedores y trabajadores satisfechos.

- ¿Se considera un prototipo de emprendedor hecho a sí mismo?

-Lo más importante es tener claro lo que quieres hacer. Tener conocimiento de tu sector y que haya un hueco en el mercado para tu proyecto o idea. Además de mucha perseverancia, constancia, afán de servicio, trabajo e ilusión. Doy las gracias a todas las personas que en estos 51 años de trayectoria profesional me han ayudado y confiado en nosotros. Y a nuestros clientes por elegirnos cada día, así como a proveedores, colaboradores y todos los trabajadores que han hecho y hacen posible el Grupo Froiz, por su buen servicio y atención. Por su esfuerzo y ejemplo diario. En la empresa, hay trabajadores en activo que llevan más de 40 años con nosotros. Y es que los más de 5.300 profesionales que forman parte del Grupo Froiz son el principal activo de la empresa. Debemos ofrecer un buen servicio y atención.