Las previsiones de las sociedades cinegéticas de las comarcas para el arranque de la temporada de caza menor se cumplieron ayer, con avistamiento de piezas pero con muy escasas capturas por dos factores: el mal tiempo y la falta de forma física y anímica de los canes.
De forma generalizada, los cazadores salieron en masa a disfrutar de su deporte. Pero las intensas lluvias caídas durante la madrugada borraron cualquier rastro de perdiz y de conejo, y la niebla hizo aún más difícil el trabajo de los perros en las zonas de Dozón donde suele haber más caza. "El día acompañó más a o menos, salvo por la mañana", con lluvia casi intermitente en algunos puntos, como explica el presidente de los cazadores de este municipio, José Rodríguez.
Las bajas temperaturas, que en municipios como Lalín no sobrepasaron los 13 grados, forzaron además que los conejos optasen por no salir de las toberías. "Así que tuvimos muy pocos disparos en el coto", explica Javier Santos, el presidente de la Sociedade de Caza de Cerdedo.
De idéntica manera se expresa el presidente del colectivo de cazadores de Lalín, Julio Mariño. "Era más o menos lo que preveíamos, que no hubiese muchas capturas. Pero aún es pronto para hacer una previsión para toda la temporada". Y tiene razón: a la meteorología hay que añadir el estado físico de los perros. En muchos casos, llevan sin entrenar desde el cierre de la temporada anterior, con lo que estos meses de descanso solo han servido para que engordasen y perdiesen olfato. "Al terminar la época de caza menor, después no puedes entrenar con los perros por la época de cría de caza, y lo cierto es que cuando comienza la temporada de jabalí, no sales a entrenar con estos canes", confiesa el presidente de Dozón. Ayer, más de un can optaba por no perseguir a la presa, entre la falta de rastro y la necesidad de ejercicio y también ánimo. "Si no tienes capturas, el perro también se va desanimando", explica José Rodríguez, quien sin embargo adelanta que conforme van transcurriendo jornadas de caza, los canes mejoran su trabajo y con ello los resultados. "Dentro de un mes y medio será cuando avancemos", vaticina. Eso sí, ayer al menos los cazadores levantaron varias perdices, y algún grupo abatió una liebre.
Sin salir de Deza, desde la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda su nuevo presidente, Daniel Souto, hace hincapié en el desánimo, pero de los cazadores, tras una primera jornada con muy pocas capturas. Mejor suerte hubo en Rodeiro, donde a diferencia de los demás tecores de Deza "sí hay piezas, y en general cada cazador pudo tener capturas", apunta el presidente, Rubén Quintá.
Asamblea en Silleda
Por otra parte, la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda celebró anteayer una asamblea en la Casa da Cultura. El orden del día incluyó la presentación de la nueva junta, que sustituye a la que encabezaba Juan Agra desde febrero de 2018. Además, los asistentes respaldaron ciertos cambios, como que a partir de ahora solo puedan votar en próximas elecciones los socios que tengan los pagos al día. Ahora mismo, están en esa situación más de un centenar. En las asambleas de este colectivo, los socios que lleven menos de cinco años en el mismo tienen voz, pero no voto. También quedó aprobada por mayoría la petición de batidas de zorro una vez que remate la temporada (el 6 de enero), así como la relación de zonas en las que se puede adiestrar (salvo en mayo, junio y en temporada) y, por último, quedó abierto el vedado del coto que abarca los terrenos de Carboeiro a Saídres, pero los cazadores tendrán que ir sin escopeta.
