Los vecinos que residen en los edificios más próximos a la gasolinera que promueve Plenoil en Barrio do Campo anuncian que alegarán contra el proyecto una vez que éste se someta a exposición pública. Por el momento, los afectados están contactando con abogados que les asesoren para redactar esas alegaciones.
Los vecinos no ponen en entredicho la seguridad de este tipo de instalaciones, una cuestión en la que hizo hincapié el presidente de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae), Manuel Jiménez Perona al recordar que llevan un sistema capaz de bloquear un surtidor o todo el complejo ante cualquier conato de incendio. Lo que les preocupa es la seguridad vial, ya que es una zona de tránsito peatonal por las dotaciones que hay en la zona, así como problemas de olores y ruidos. A estas cuestiones también quieren añadir la devaluación que pueden sufrir en el mercado estas viviendas, construidas en una zona relativamente nueva pero que tendrán difícil alquiler y venta por estar tan cerca de una gasolinera.
A los afectados tampoco sirve el argumento del presidente de Aesae según el cual este tipo de estaciones fuerzan a que las gasolineras tradicionales en un radio de 30 kilómetros tengan que reajustar sus precios, ya que las diferencias en el carburante llegan a ser hasta de 11 céntimos por litro. "La solución no puede ser la colocación de gasolineras low cost", recalcan los afectados.
Los residentes en Barrio do Campo no mantuvieron, por el momento, ningún encuentro con representantes de Plenoil para conocer con más detalle el proyecto. Sí hubo encuentros de esta empresa con el alcalde, Manuel Cuíña, que a su vez trasladó a los vecinos los resultados de estas reuniones. Desde el gobierno local socialista están encargados informes urbanísticos y jurídicos para investigar sobre el proyecto que, según Plenoil, cumple con todos los requisitos exigidos.
Si finalmente se construye, la estación low cost de Silleda será la séptima estación automática que comience a funcionar en Pontevedra. En toda Galicia no hay más de 30, y desde Aesae está prevista una reunión con el gobierno autonómico para impulsar este tipo de gasolineras y abaratar precios, puesto que la gallega, junto a Baleares o Asturias, es una de las comunidades con el carburante más caro.
