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Aesae avala la seguridad y accesibilidad de la gasolinera proyectada en Silleda

La asociación nacional de estas estaciones indica que tienen un sistema que las bloquea si la temperatura rebasa los 65 grados -Vaticina mejora de precios en las competidoras

Una gasolinera automática en Narón.

Tras el rechazo social y la postura en contra del Concello de Silleda, la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae), sale en defensa de la gasolinera de bajo coste que uno de sus socios, Plenoil, promueve en un solar de Barrio do Campo. El presidente de Aesae, Manuel Jiménez Perona, replica los argumentos sobre la seguridad y accesibilidad de estas instalaciones, apuntando que las 882 gasolineras automáticas que funcionan ya por todo el Estado tienen, como tendrá la que se planea para Silleda, un sistema automático de detección de conatos de incendios, de modo que si detecta en el suelo una temperatura superior a los 65 ºC, bloquea de forma directa o bien el surtidor o bien todo el complejo. "Nos exigen sistemas de extinción para poder trabajar de esta forma", recalca Jiménez.

En cuanto a la accesibilidad de las personas con diversidad funcional tanto a los surtidores como a los dospositivos de pago, "las estaciones nuevas ya se hacen con esta visión y pondremos un plan para adaptar las antiguas", pero si también se reacondicionan las estaciones tradicionales, recalca el presidente de Aesae, consciente de que en muchas de esas gasolineras que sí cuentan con personal hay veces en los que conductores con diversidad funcional tienen que esperar a ser atendidos "porque hay una persona en toda la estación que se encarga de repostar los vehículos y atender la tienda".

La presunta falta de personal es otra de las cuestiones que preocupa a los vecinos de Silleda, ya que temen que pueda haber conductores que reposten combustible con el coche en marcha o las luces encendidas. "Una estación de servicio no funciona sin empleados, porque siempre hay alguien de vigilancia, encargándose del mantenimiento o de la limpieza". Simplemente, la plantilla de estas estaciones automáticas es más reducida que la de una gasolinera tradicional, y esto le permite ofrecer un combustible más barato. El hecho de invertir menos que en una gasolinera tradicional también le permite ciertos márgenes "que redundan en el consumidor". Su carburante es, de media, 11 céntimos más barato. "Si la gasolinera de Silleda abre, habrá beneficio para el consumidor" pero también para otros sectores, porque las estaciones del entorno se verán forzadas a reajustar sus precios. La de Plenoil está a unos 300 metros de la que tiene Cepsa, en la entrada al casco urbano. En el municipio operan además otras 3: las de las cooperativas Aira y Cobideza, así como la estación de servicio en el casco de A Bandeira. Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la puesta en marcha de una estación automática fuerza la modificación de los precios del carburante en un radio de 30 kilómetros.

Con esta diferencia de precios, el consumidor puede ahorrar entre 260 y 320 euros al año, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios. En este punto, Manuel Jiménez recalca el beneficio que suponen este tipo de estaciones contra el oligopolio que aún se cierne sobre el sector. "Nuestra media de repostaje es de 15 euros, de modo que tenemos clientes que echan 5 ó 10 euros en su depósito. Son usuarios con una economía ajustada" y que así pueden destinar el dinero que ahorran a otros gastos familiares. Jiménez quiere recalcar que el producto que venden no es más barato porque carezca de aditivos y. en cuanto a la presunta destrucción de empleo, esgrime que entre 2013 y 2018 este tipo de estaciones crearon en España 1.000 nuevos puestos de trabajo. Apela a una informe del Ministerio de Trabajo, del año pasado, en la que se señala que dentro de la categoría de expendedores de gasolineras hubo 32.911 contratos registrados con 21.433 personas. Es un 6,22% por encima de los datos de 2017.

A día de hoy, Pontevedra cuenta con seis gasolineras automáticas, mientras que en toda Galicia no superan las 30. "El problema está en los ayuntamientos, que retrasan mucho las aperturas", apunta el presidente de Aesae, quien anuncia una reunión en breve con la Xunta. Galicia, junto a Cantabria y Asturias, está entre las autonomías con el combustible más caro. En el extremo opuesto se sitúa Cataluña, justo donde comenzó décadas atrás la libertad de mercado en el sector.

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