La asignación al miembro del gobierno lalinense Avelino Souto de la delegación de Deportes y el salario de los 37.227 euros brutos anuales que percibía su compañero César Reboredo por llevar esta delegación fue aprovechado de nuevo por la oposición para echar en cara al alcalde, José Crespo, la carestía de su ejecutivo. Salvo Compromiso por Lalín (CxL), que se abstuvo, las otras dos fuerzas de la oposición buscaron en el pleno de las mesas electorales de ayer para otro motivo para difundir su mensaje sobre el elevado coste del grupo de gobierno.

El alcalde defendió que Souto tiene capacidades y "madera de político" para llevar la siempre complicada área de Deportes y en cierto modo reconoció que al dejar Reboredo esta cartera tuvo que improvisar una solución de urgencia, pero que tras una semana meditándolo lo tuvo claro. Ante las acusaciones de la oposición de haber conformado un equipo de gobierno alrededor de unas prebendas económicas, Crespo negó que hubiese un pacto previo con sus ahora concejales e insistió que ninguno sabía que iba a tener un salario hasta que se lo comunicó personalmente. "Ninguno me pidió nada y el único responsable de las dedicaciones soy yo", sentenció.

El portavoz del BNG,Francisco Vilariño dijo que no conocía a nadie que con 21 años cobrase 2.700 euros al mes y cifró en más de dos millones el coste de gobierno y asesores en este mandato. "Es un mal ejemplo y un mensaje equivocado a la sociedad, más con una persona que de deporte no tiene ni idea", dijo. Reprochó al alcalde que cuando dio el salario a Reboredo en Deportes enfatizó que esta delegación requería una dedicación plena, argumento que ahora se cae.

Para el socialista Román Santalla, Souto cobrará a fin de mes el doble o el triple que muchos lalinenses y advirtió a Crespo de que los sueldos de su gobierno es un tema de preocupación social. "Además dejó todo preparado para que cobrasen todos sus ediles". Teresa Varela (CxL) lamentó que Souto cobrase más que un profesor universitario con doctorado, mientras que Rafael Cuíña dijo que con la abstención se estaba dando un margen de confianza al joven edil.

Crespo replicó que el coste de un gobierno debe medirse en función de sus resultados para Lalín y que puede haber equipos que sin cobrar sean caros. "Cuando pasen cuatro años tendrá un balance y aquí aprendido nadie nace. Es cierto que Avelino no tiene mucha idea de deportes, pero yo tampoco la tenía de nada cuando empecé", subrayó, y preguntó a Vilariño si él tenía muchos conocimientos en turismo o infraestructuras. Al nacionalista también le echó en cara que cuando APAC le vetó su salario, el PP tenía previsto abstenerse porque entendía que un concejal que trabaja debe estar retribuido, a lo que Vilariño le recordó que la nómina que él iba a percibir era de 1.600 euros mensuales. Al final cada una de las partes mantuvo sus razonamientos: Crespo entiende que los sueldos de su gobierno son necesarios y la oposición los considera disparatados para una villa de la categoría de Lalín. Lo que no parece dispuestas a comprar más las tres fuerzas de la oposición, a tenor de lo escuchado ayer, es que si critica la gestión de Souto se están aprovechando de su juventud.