Los cuatro juzgados de primera instancia e instrucción que cubren las comarcas resolvieron, entre abril y junio, 944 asuntos. Son casi un millar menos de los que quedaron despachados justo en el trimestre anterior, según el informe del Consejo General del Poder Judicial. Sin embargo, en este balance del segundo trimestre queda claro que, por lo menos a nivel general, las salas están aminorando su carga de trabajo: si al arranque de enero había 1.333 asuntos pendientes, en abril habían bajado a 1.224, y junio, justo cuando acaba el trimestre, deja en herencia también menos casos abiertos, 1.177. Es un resultado a tener en cuenta, también a pesar de que entre abril y junio entraron 935 procesos nuevos, mientras que el trimestre anterior había sido 917, casi una veintena menos.
Veamos los datos por partidos judiciales. En Lalín, el segundo trimestre del año comenzó con 752 casos que venían de atrás, y a ellos se sumaron otros 558 nuevos. Los dos juzgados lograron sacar adelante 540 expedientes, pero a finales de junio quedaban por resolver otros 770. Si dividimos estos 770 procesos pendientes entre los 540 despachados, obtenemos lo que se conoce como tasa de pendencia. Para Lalín es de 1,43. Y ya que estamos con las matemáticas, si ahora multiplicamos este 1,43 por 12, obtenemos 17,16, que serían los meses necesarios para que las dos salas de O Regueiriño pudiesen poner al día todos sus procesos abiertos, con el mismo ritmo resolutivo que tienen ahora y sin ingresar ningún nuevo proceso. Ese casi año y medio para cerrar asuntos pendientes es una cifra ligeramente superior a los 15 meses que precisaba el partido judicial de Lalín en el primer trimestre. ¿Por qué esta sutil subida? Porque en el primer trimestre se resolvieron 61 casos más.
Los dos juzgados de A Estrada sí consiguen reducir su tasa de pendencia. En este caso, al comienzo del trimestre había 472 procesos en trámite, y entraron otros 377 nuevos. Los dos juzgados sentenciaron 404, casi tantos como los 407 que siguen a la espera de una resolución. De esta manera, al dividir los 407 litigios abiertos entre los 404 que quedaron fallados, obtenemos 1,01. Al multiplicarlos por 12, salen 12,12 meses para que estas salas se pongan al día. Es un buen resultado, teniendo en cuenta que en el primer trimestre del año precisaban 13,6 meses, es decir, casi un mes y medio más. En el caso de A Estrada, el truco para rebajar esta pendencia está en que a comienzos de abril había 56 asuntos pendientes menos que cuando había arrancando enero.
Todos los procesos judiciales avanzan mediante autos, decretos y sentencias. Lo decretos impulsan los expedientes, los autos suelen resolver incidencias que presentan las partes y las sentencias son las que disponen las medidas procesales. En total, los partidos judiciales emitieron entre abril y junio 237 decretos (138 los de Lalín y 99 los de A Estrada); 330 autos (175 y 155) y 211 sentencias (121 y 90).
Un vez que los juzgados dictan sentencias, éstas tienen que ser ejecutadas. En conjunto, se registraron 163, repartidas entre las 90 de Lalín y las 73 de A Estrada; se resolvieron 184 (136 y 48), pero es que quedan pendientes al remate de junio nada menos que 2.605 fallos judiciales, de las que la inmensa mayoría, son de Lalín, 1.834, frente a los 771 de A Estrada. Esas 2.605 sentencias superan las 2.579 que estaban pendientes a finales de marzo.
