Manuel Alba, vecino de la parroquia agoladesa de Eidián, se encontraba recogiendo castañas cuando se topó con algo que le llamó la atención. "Pensé que igual eran golosinas que se le habían caído a los niños, hasta que comprobé que era un hongo y había varios igual", indica. Tras consultarlo con expertas en el tema, supo que se trata de una especie muy curiosa: el hongo Clathrus archeri, más conocido como mano del diablo o pulpo apestoso. "Sí se parece a un pulpo y huele fatal", constata Alba, quien nunca había visto otro. Pertenece a la familia de las faláceas, como el falo hediondo ( Phallus impudicus), éste sí nativo de Europa. "Me dicen que usan el mal olor para atraer a los insectos para que ellos lleven la esporas y así se reproduzcan y sean más", indica.

Alberto Granja, experto en micología, afirma que en la actualidad ya es bastante común en la zona. "Yo ahora los encuentro relativamente fácil, no son abundantes, pero tampoco es raro que los haya aquí", indica Granja. Es originario de Tasmania, desprende un olor nauseabundo, pero tiene sabor dulce y su textura es carnosa. Se puede ver entre julio y septiembre en prados húmedos y sombreados y en bosques caducifolios o mixtos.