La Consellería de Medio Ambiente declarará la próxima semana la emergencia cinegética por presencia de jabalíes en 33 municipios de cuatro áreas gallegas ---Deza, Betanzos-Eume, Viana y Terra Chá---- de modo que en los terrenos destinados a la caza se podrá llevar a cabo esta actividad todos los días de semana hasta el 29 de febrero de 2020. Las asociaciones de caza y los tecores dezanos muestran su descontento porque consideran que esta medida es desacertada y peligrosa, que exige una enorme responsabilidad y que atenta contra la seguridad de las personas.
Ponen en duda la efectividad de esta medida y consideran que puede acarrear en graves consecuencias y que es necesario definirla correctamente. "Que pueda salir a cazar una persona es algo totalmente desacertado porque es una inseguridad enorme, porque nos preguntamos cuales son las medidas que se adoptarán en ese caso, porque en las batidas los temas de seguridad está muy bien estipulado, porque desgraciadamente accidentes los hay", indica Julio Mariño, presidente de la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín. También se pregunta "por las garantías que hay si salen uno o tres a cazar quecumplan las normas que nos impone Medio Ambiente de como hay que colocar los precintos, como así lo hacen los jefes de cuadrilla, o qué garantías hay de que no disparen de forma irresponsable". Considera que pondrá en peligro a cualquiera que se pueda encontrar disfrutando de alguna actividad en el campo como un ciclista, por ejemplo o alguien que esté recogiendo castañas o simplemente con las vacas, algo que también apunta José Rodríguez, el presidente de la Sociedad de Caza de Dozón,
La opinión de Mariño coincide prácticamente con el resto de colectivos de caza de la comarca. "Es necesario definir esa medida porque si puede cazar todo el mundo todos los días con balas eso supondrá un grave peligro", subraya Daniel Souto, preside de la Sociedad de Caza e Pesca de Silleda.
El tecor de Dozón también muestra su descontento y sorpresa. "Estamos con los ganaderos en esto para todo lo que nos pidan, pero tal y como nos presentan este plan es tan mala solución para ellos como para nosotros. ¿Cómo se les pide que sean ellos los que puedan solucionar las cosas directamente con armas? Esto tiene muchas implicaciones y lo que proponen exige una tremenda responsabilidad y los accidentes no hay que ir a buscarlos", indica su presidente. Considera que "no es normal que los propios agricultores puedan realizar esperas, aunque muchos sean cazadores, o que se pueda cazar cualquier día durante tantos meses, porque los días de caza ya están razonablemente bien recogidos en las órdenes de veda y en los períodos de batidas", explica.
Mayor carga
"Parece que lo que se pretende es que la responsabilidad civil de los daños y de los accidentes que provoca la fauna salvaje recaiga sobre los tecores y no me parece de recibo", declara Julio Mariño. Esto también lo comparte José Rodríguez. "Muchos tecores podrían salir muy mal pagados, porque la Xunta nos está enchufando toda la responsabilidad a los tecores, ya que seremos nosotros los que tengamos que comunicar a la Xunta y, como titulares cinegéticos, autorizar a eses agricultores para que realicen las esperas".
Además, señalan que los cazadores no tienen disponibilidad para salir todos los días. "Tenemos que trabajar y por la semana, habrá alguno que pueda, pero la mayoría no", recalca David García, presidente del Tecor Farelo, de Agolada, quien recuerda que el año pasado entre los cotos de Lalín, Rodeiro y Agolada se mataron 500 jabalíes. Rubén Quintá, presidente de la Sociedade de Caza de Rodeiro, también considera que será imposible que haya cazadores que salgan a cazar durante la semana, aunque cree que puede ser una buena medida por la cantidad de destrozos que hay en la zona.
Por su parte, Manuel Mosteiro, de la Sociedade de Caza e Pesca de Vila de Cruces, tampoco entiende que "hasta hace una semana hubiese tanto control y que ahora vaya a ser todo descontrolado y a los socios con los que hablé no les parece normal".
En lo que va de temporada, desde el 24 de agosto, Lalín capturó 55 ejemplares, Silleda, doce, el tecor Farelo de Agolada, cinco, Vila de Cruces, una veintena, Dozón, diez y Rodeiro, siete.
