Dar aviso
La Consellería de Medio rural insiste en que cualquier persona que detecte un nido de estas avispas puede comunicarlo al teléfono 012 donde el personal adscrito al programa realizará las actuaciones precisas con el fin de retirar o neutralizar el nido. También, ahora hay particulares o empresas que se encargan de su retirada. En la comarca dezana se pueden ver carteles que anuncian este servicio.
La miel tiene múltiples beneficios, tanto terapéuticos como nutricionales y su producción sería imposible sin sus productoras: las abejas. Algunos apicultores dezanos se encuentran estos días inmersos en la recogida de miel que esperan terminar en octubre, aunque hay algunos que ya han terminado porque aseguran que no hay gran cantidad. Ya en el mes de agosto prevenían que serían una campaña "normal", sin gran cantidad de miel, pero sí buena si se compara con el año pasado que fue pésima. Los apicultores señalan que de media están sacando unos 15 kilos por colmena, cuando hace años apuntan podrían sacar entre 40 y 100. Las condiciones meteorológicas, marcadas por temperaturas más bajas a lo largo de ese verano, y en especial, las avispas asiáticas ( Vespa velutina) son los principales culpables.
Fernando Pájaro, de Miel Pájaro, empezó en agosto y espera terminar la recogida en octubre. Tiene cerca de 400 colmenas repartidas por distintas zonas de los municipios de Lalín y Dozón. "Para mí está siendo una cosecha normal porque de media por colmena estoy sacando sobre 15 kilos, pero hay gente que tiene las colmenas en zonas de eucaliptos y están sacando hasta 40", indica este productor. Las suyas se encuentran en zonas de carpazas y señala que está obteniendo "miel de muy buena calidad, pero no hay una cantidad extraordinaria". Pero insiste en que, por supuesto, será mejor que la del año pasado, porque apunta que para él fue la más mala de su vida. El perfil de sus compradores es variado y vende tanto por Galicia como el resto de España o incluso, fuera del país.
Que no se trata de una campaña excepcional también lo constata una de las responsables de Mel O Carrasco, de Zobra (Lalín). Ellos ya extrajeron todo el producto en agosto. "Este año tardamos poco en recoger toda la miel, porque es una campaña mala, y hablo del interior de Galicia, debido a la cantidad de velutinas, ya que no damos hecho en colocar trampas y las sacamos todos los días llenas, mientras que en la zona de costa sí que están obteniendo mayor cantidad de miel este año, debido a la floración de eucalipto, que ya floreció en esta zona en primavera", apunta esta productora, quien puntualiza que no tiene nada que ver la floración del interior con la de la zona costera.
Problemática de años
Ellos tienen 135 colmenas. Este año sacaron sobre 15 kilos de miel por colmena y por ello consideran que es una campaña mala porque afirman que "en algunas ocasiones hemos sacado increíblemente en algunas, no en todas, hasta cien kilos ya hace años" y recalca que las avispas asiáticas es un problema que padecen desde hace tiempo, que no es una problemática reciente. "Llevamos mucho tiempo luchando contra ellas" y cree que a pesar de que se les entrega a los apicultores trampas con su líquido, echan en falta que no haya un servicio que se encargue durante el invierno de retirar los nidos que se aprecian en las cimas de los árboles, tras la caída de las hojas. "Este año como el invierno fue bueno, las avispas no murieron y en primavera todas las que atrapamos eran reinas y cuando llegamos a los 250 dejé de contar, imagínate la cantidad de ellas que hay", recalca esta responsable de O Carrasco.
Además de las velutinas, el clima también condiciona la recogida de producto. "Si en la época del carrasco o del castaño llueve mucho, lógicamente será la producción mucho menor, pero nosotros teníamos una producción de entre 3.000 y 5.000 kilos y este año no sé si llegará a 600 porque la climatología ha sido bastante regular", indican estos productores de miel de Zobra.
Despúes de la recogida, la campaña se completa en los días posteriores con su preparación y envasado para hacer llegar esta miel ecológica a viviendas de los rincones más impensables para ser consumida de distintas formas.
