Al bajar la verja del escaparte, llega el momento de irse a casa y reflexionar. Toca analizar resultados, sabiendo que hay muchos factores que determinarán si el balance es positivo o si flojea en algún punto. Antes incluso de que descendiese el telón de la última edición de la Feira do Moble de Galicia, las impresiones y pareceres sobre su marcha daban ya para muchos capítulos. Ninguno trascendió públicamente, al menos de momento, dejando que la organización -correspondiente a la Fundación de Exposicións e Congresos- ofreciese los primeros datos de afluencia y de valoración de los visitantes. Aunque el evento contó con el respaldo de más de 60 expositores, lo cierto es que no pocas voces acusaron la falta de muebles en esta última cita con el sector.

Si el recorrido por el recinto no dejó mucho lugar a la interpretación, la observación se confirma al repasar la lista de expositores. El mueble es la actividad específica de, aproximadamente, una docena de firmas. Entre ellas, solo cuatro son de A Estrada, si bien fue esta puntera industria local la que en su día se unió para fundar una cita en la que condensar su apuesta por el mueble de calidad y diseño.

La variedad tampoco fue uno de los puntos fuertes de la muestra, siempre desde el punto de vista del mobiliario expuesto. Con un marcado protagonismo del descanso -sofás, colchonería y sillones, principalmente-, lo cierto es que las personas que acudiesen a la exposición para recabar ideas para amueblar su hogar no tuvieron demasiado donde escoger. Para muestra, un botón: la feria expuso un único diseño para cocina o, por ejemplo, una sola combinación de mobiliario juvenil.

La Asociación de Fabricantes e Comerciantes de Mobles da Estrada realizará en los próximos días un balance sobre la marcha de esta última cita. Su presidente, Gonzalo Figueiras, declinó ayer la invitación a emitir una valoración, reconociendo que no secundó la convocatoria. Esta no será, previsblemente, la única mesa que se convoque para el balance. El edil de Promoción Económica, Óscar Durán, avanzó que se programa una reunión para analizar cómo se podría plasmar en la feria la "verdadera fortaleza" que actualmente tiene el sector del mueble de A Estrada y que, a todas luces, no está debidamente representada en este escaparate. Y es que, aunque la feria lleve años atravesando horas bajas, la industria vive un momento dulce. Eso sí, el sector ha tenido que adaptarse a los tiempos a través de una reconversión, aprovechando el filón de negocio que ofrece el contract. Son muchas las firmas locales que se han especializado en esta rama de equipamiento, dejando el nicho de negocio de los particulares a los carpinteros. "Ya no se fabrica para poder vender, se fabrica lo que pide el cliente", remarcó Durán. Se asume, por tanto, que la feria no está transmitiendo en estos momentos la imagen de toda la potencia que tiene el sector estradense, que no respalda con su presencia una convocatoria que quizás, en muchos casos, ya no responde específicamente a sus necesidades ni tampoco a su público.

En momentos difíciles, el mueble de A Estrada se enfrentó al desafío de reinventarse o morir. La Feira do Moble parece llamada a hacer lo propio. En su caso, el reto podría pasar por ambueblar el espacio, al menos si se desea que la feria responda a su propio nombre.