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La integración de los trabajadores con diversidad funcional

Los colectivos para personas con discapacidad tramitaron 31 ofertas laborales durante 2018

Cogami logró en lo que va de año 12 inserciones en el mercado de trabajo y cuenta con 232 vecinos de Deza inscritos en su bolsa de empleo -Aspadeza incide en la mayor facilidad para acceder a prácticas en empresas

José Varela posa junto a la estación de la ITV en la que trabaja desde hace 12 años. // Bernabé/Javier Lalín

La recesión económica se cebó sobre todo con la destrucción de empleo, pero hay un sector de la población que padece las dificultades de acceso a un puesto de trabajo desde mucho antes de aquella crisis que comenzó en 2008. Hablamos de las personas diagnosticadas con algún tipo de discapacidad física, psíquica o sensorial. Según la Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos de Galicia (Aspaym), la tasa de paro de este colectivo llega a ser dos o tres veces superior a la media, y su desempleo también dura más. Y la normativa tampoco ayuda porque marca que en las empresas con más de 50 trabajadores, tiene que haber un 0,12% de empleados con algún tipo de discapacidad.

En Deza y Tabeirós, según los datos del IGE, hay 6.768 personas con diversidad funcional. Son el 10,5% de la población total de la zona y para su integración tanto social como laboral cuentan con el apoyo de varios colectivos, como Aspadeza y Cogami. La segunda entidad, tiene un centro de recursos en A Bandeira pero coordina desde Pontevedra todas las cuestiones relacionadas con el acceso al mercado de trabajo. La orientadora, Mónica Luaña, indica que el año pasado consiguieron la inserción laboral de 17 personas del Concello de Lalín, mientras que en lo que va de año ya son 12 (cinco hombres y siete mujeres).

Este servicio realiza entrevistas a personas con al menos un 33% de discapacidad, que pueden pasan a su bolsa de empleo. En la actualidad, en dicha bolsa están inscritos 232 vecinos de la comarca dezana. Con cita previa, visitan empresas de la zona para presentarles los perfiles de los usuarios de Cogami que buscan empleo así como de las bonificaciones a que pueden optar por incorporar a estos trabajadores. En la web del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) las bonificaciones se aplican a la cuota a la Seguridad Social que debe cubrir la empresa. La cuantía de las bonificaciones, anuales, varían en función del tipo de contrato (indefinido, temporal o para la formación y el aprendizaje) pero también según el empleado (hombre o mujer y mayor o menor de 45 años) y si la discapacidad es o no severa. Desde la Xunta, el 29 de agosto la Consellería de Emprego publicó también una línea de incentivos para la contratación, la formación y la orientación individualizada.

El año pasado, Cogami gestionó 31 ofertas laborales en la comarca, repartidas entre las 14 de Lalín, 14 también en Silleda, 2 en Vila de Cruces y una en Rodeiro. Luaña indica que la empresa que incorpora a una persona con discapacidad, termina fidelizándose y recurre a Cogami para cubrir, por ejemplo, las sustituciones de sus trabajadores con capacidades diferentes. Un nicho de empleo a destacar para este colectivo es el de peones operarios, en Lalín.

Al margen de la inserción laboral, Cogami organiza por iniciativa propia cursos de formación, además de participar en los que pone en marcha el INEM. Para 2020, sopesa la posibilidad de ofertar en Lalín un aula de expendedor de combustible y dos más, vinculados a informática y controlador de accesos.

El carné de conducir

Las barreras arquitectónicas aún están presentes en el día a día laboral para las personas con discapacidad física. Mónica Luaña relata que hay veces en que un trabajador no puede acceder a un puesto de empleo porque la empresa que sí lo incorporaría se encuentra en un primer piso sin ascensor. Los usuarios de Aspadeza, que casi en su totalidad tienen algún tipo de discapacidad psíquica o sensorial, lo tienen aún más complicado para encontrar un trabajo. En lo que va de año, Aspadeza no pudo formalizar ningún contrato, y en los últimos cinco ejercicios se materializaron solo tres. La directora de la entidad, Ángeles Baldonedo, recalca que a pesar de los incentivos a empresas, es muy difícil l inserción laboral por requisitos como la empleabilidad a jornada completa. Aspadeza sí consiguió contratos temporales, como el de una usuaria que trabajó como acompañante de transporte escolar. Precisamente, el transporte es otra de las barreas con que se topan las personas con capacidades diferentes. "A la hora de sacarse el carné de conducir, la formación teórica no cuenta con material adaptado, solo existen manuales con lectura fácil", explica Baldonedo, que hace mención a las carencias de transporte frecuente no ya para quien viva en un concello de Deza y quiera trabajar en otro, sino incluso para los vecinos del rural que deseen trabajar en el casco urbano de Lalín y no dispongan de coche o de carné de conducir. Aspadeza, al margen de organizar cursos, también asesora a los usuarios para redactar su curriculum vitae o pone en marcha prácticas en empresas, donde sí hay una inserción mayor.

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