La Virgen de O Faro atrae a numerosos fieles llegados desde distintos puntos de Galicia y foráneos. La celebración de Rodeiro, que festejó su gran día esta mañana, lleva más de 40 años de tradición y continúa siendo un atractivo para los devotos de la imagen, que llegan con diversas ofrendas, realizando el recorrido del Camiño da Virxe.

La mayor expresión de fervor que despierta esta virgen se pudo ver reflejada en los fieles que llegaron hasta la capilla caminando, con niños en brazos, a caballo o incluso de rodillas. A pesar del calor, numerosos devotos realizaron la caminata y luego dieron una o varias vueltas al santuario para escuchar una de las homilíasr. El buen tiempo acompañó la celebración y fueron miles los asistentes a la cita más importante de O Faro.

La jornada empezó con misas desde las 9.00 horas hasta las 13.00 horas que fue la misa solemne con la posterior procesión. Durante el recorrido, las dos imágenes de la Virgen y la Filla se colocaron para que los devotos pasasen por debajo de las imágenes. El santuario se llenó de velas y ofrendas que dejaron los fieles a espera de que se cumplan los milagros que pidieron. La procesión estuvo acompañada por el grupo de gaitas Os Xuncos de Lalín.

Cualquier espacio a la sombra fue bueno para colocar una mesa y disfrutar de una comida con familiares y amigos. También las carpas que instalaron diversos pulperos se llenaron de comensales. Los asistentes también pudieron realizar compras en los variados puestos que había en el entorno; desde ropa, hasta comida, pasando por juguetes. Los más pequeños pudieron disfrutar de la jornada en las diferentes atracciones que había. Por la tarde, finalizó la jornada festiva con misas. Los feligreses cerraron una jornada a la espera de la cita del próximo año y con esperanza de que la Virgen cumpla sus milagros.

Las imágenes quedaron en el santuario a la espera de que mañana se realice la celebración de bajada de las mismas hasta la capilla en Requeixo. Durante el día, habrá misas a las 12.00 horas y a las 17.00 horas, que será cuando se celebre la procesión de bajada de Virgen y la Filla hasta dicha capilla, donde se celebrará la última homilía.