La concejala responsable de la estrategia DUSI, Paz Pérez, ratificó esta mañana la decisión del gobierno de Lalín de modificar la inversión para la urbanización de parte de la Avenida Xosé Cuíña, ya que habría que consignar 200.000 o 300.000 euros a mayores de lo que figura en el DUSI. Así, si la valoración inicial del proyecto se cifraba en 1.473.000 euros, ahora el ejecutivo aplica reajustes para moverse en una horquilla de entre 600.000 y 800.000. Con esto quiere equilibrar las inversiones del casco urbano con las que se acometan en el rural.

Días atrás ya el alcalde, José Crespo, anunció que para contener ese gasto en Xosé Cuíña se acometerá una fase, la localizada entre la rotonda de acceso a O Regueiriño (conocida como rotonda de Escaldes-Engordany) y la de Willy. Eso sí, tanto Paz Pérez como el asesor urbanístico del Concello, Javier Bugallo, mostraron su intención de que la actuación se extienda a otros tramos. Ambos comparecieron junto al redactor del proyecto, Luis Fernández, para explicar las obras que permitirán conectar, de una vez, el casco urbano con Donramiro, pero también con el paseo fluvial del Pontiñas y el centro comercial en condiciones de seguridad para los peatones.

Bugallo señaló que el proyecto contempla un ancho viario de 30 metros, frente a los 20 actuales. Por eso, ya el viernes el gobierno, en un ejercicio de "ética y corresponsabilidad", mantuvo un encuentro con los dueños de las 11 parcelas afectadas por este ensanchamiento y que se ubican entre las dos rotondas. Si se contempla la extensión de la acera del Lalín Arena hasta el Pontiñas, habría otras cinco parcelas más, la mayoría en manos de Augas de Galicia. El proyecto precisa, así, 5 metros más de ancho a cada lado.

Este ensanchamiento permitirá, así, disponer de dos carriles de circulación en ambos sentidos, con 2,5 metros de ancho cada uno. Habrá una mediana arbolada, también con una anchura de entre 1,60 y 2 metros, que permitirá al peatón pararse para cruzar en las mejores condiciones. Para ello, el proyecto contempla pasos elevados: dos de ellos en el entorno del Lalín Arena y otros dos en las inmediaciones de las entrada de sendas rotondas. Los elementos verdes harán acto de presencia también a cada lado de la vía, mediante jardineras en el caso del margen del Lalín Arena. Será también en la acera del polideportivo donde se coloque el carril bici, como precisó Luis Fernández. Si el carril bici tiene una anchura de 2,40 metros, las aceras llegarán a los 4, nada desdeñable si se tiene en cuenta que ahora mismo ni siquiera existen en algunos puntos. Para intentar economizar, la acera que transita junto al consistorio se mantendrá en su totalidad, como indicó Fernández.

La zona de aparcamiento no irá en el margen del Lalín Arena, que ya cuenta con un área de este tipo y porque, al ser carril de subida, podría no solo entorpecer la circulación sino provocando, incluso, que los peatones invadiesen el carril bici. Así, podrán estacionarse los vehículos en el margen del consistorio. Eso sí, dada la afluencia que tiene el multiusos, se plantea un nuevo acceso a él desde la rotonda de Escaldes, e incluso podría dotarse un aparcamiento para autocares. En definitiva, este tramo mudará a un modelo con tránsito peatonal favorecido, pero sin causar detrimento al tremendo tráfico rodado que soporta a diario, como indicó el redactor del proyecto.

Por su parte, Paz Pérez estima que la actuación se plantea para el año que viene. "En el primer semestre debería de quedar iniciada", calcula. Añade que no va a interferir en la circulación rodada.