La empresa adjudicataria de la humanización de la calle Wenceslao Calvo Garra ha iniciado una reforma que podría ser la definitiva para solucionar sus problemas de seguridad. Es lo que espera el alcalde lalinense: "Aguardemos que sea la configuración definitiva, que no haya problemas con el resultado final y pueda quedar así", expresó ayer José Crespo Iglesias en declaraciones a una emisora local.

La peligrosidad ya se redujo sensiblemente después del pulido de las piedras que forman las franjas de las aceras. Los trabajos iniciados esta semana consisten en un nuevo recintado de esas mismas piedras para eliminar su rugosidad y las oquedades entre ellas y facilitar el tránsito de los viandantes.

El gobierno local examinará el resultado final de estos nuevos retoques "para ver si funciona o no". "Intentaremos no tener que hacerlo, pero si se reproducen los incidentes no nos quedará más remedio que cambiar la piedra", indicó el regidor municipal en su comparecencia radiofónica. En todo caso, espera que se cumplan los pronósticos de la empresa: "Dicen que con esta reforma no se va a tropezar; aguardemos que sea así".

Contenedores de basura

La ubicación de los contenedores de basura en Calvo Garra dependerá del sentido de circulación que finalmente se le a la calle. Si se mantiene de subida, los envases se colocarán tal como estaba previsto en el proyecto de humanización. Pero, en caso de que cambie el sentido para volver a hacerla de bajada, la carga de los camiones no permitiría su recogida mecanizada, por lo que los contenedores pasarían al otro margen de la calle, en puntos todavía por determinar. Crespo apunta que la decisión definitiva sobre el tráfico rodado en Wenceslao Calvo Garra no se tomará antes de que terminen las obras de humanización que se van a acometer en Principal y Joaquín Loriga.

Otra actuación en marcha en pleno centro urbano lalinense es la reforma del parque infantil de Praza da Vila. Las obras acumulan cierto retraso y el alcalde considera que no estarán listas para las próximas fiestas patronales, que comienzan dentro de dos semanas, el 20 de septiembre. "La empresa me dice que sí, pero yo creo que no, porque no me dan los números", manifestó Crespo tras haber visitado los trabajos. "Me dio la sensación de que pasa como en la mayoría de las obras, que las empresas se presentan con la intención de hacerla en un tiempo y acaban haciéndola en otro -apuntó-. Siempre se le echa la culpa a un agente externo, pero la realidad es que se ajustan demasiado los tiempos y después es complicado de cumplir".

En relación con las actuaciones del Plan DUSI, el alcalde ve difícil cumplir el objetivo del 30% a final de este año, "porque cuando entramos en el gobierno solo estaba ejecutado el 3% y van allá dos años". Asegura que los proyectos solo estaban esbozados y algunos tuvieron que ser corregidos. Ayer mismo, la concejala de Cultura y técnicos municipales se reunieron en Santiago con personal de Patrimonio "a fin de desbloquear y agilizar algunas cuestiones que tenían estancados algunos proyectos", señala.