La cooperativa Cobideza ha realizado, por segundo año consecutivo, una prueba piloto junto a algunos socios. Esta iniciativa consiste en establecer un contrato para poder comprar el maíz ensilado que necesiten los miembros de la cooperativa. Este año han adquirido dos millones de kilos en el municipio de Sandiás, en el Concello de Xinzio de Limia. Tanto el precio como las características de calidad ya están previamente estipuladas. También deciden cual va a ser el método de pago.

Los ganaderos participan en este proyecto porque no tienen el terreno suficiente para cultivar maíz, están hartos de los destrozos del jabalí o porque no les llega las cantidades que ellos semientan. "También le compramos el producto que les sobra a algún socio", asegura Román Santalla.