Puede ser que la recesión económica tuviese fecha de inicio y de remate (2008 y 2016, respectivamente), pero sus coletazos todavía son palpables. La Consellería de Política Social maneja un Informe sobre a Aplicación da Lei de Inclusión Social de Galicia en el que recoge, por municipios, las solicitudes, beneficiarios y denegaciones de dos ayudas que se convirtieron en necesarias para sobrellevar la tremenda pérdida o la precariedad del empleo que provocó esa crisis. Hablamos de la Renda de Inclusión Social de Galicia (Risga) y las Axudas de Inclusión Social (AIS). La Risga es una prestación periódica con carácter alimenticio, que obliga a su perceptor a participar en procesos de inserción, mientras que las ayudas de inclusión no son periódicas y cubren situaciones de emergencia o gastos extraordinarios para mejorar la vivienda o de salud que no asuman los sistemas públicos, entre otros. En ambos casos, se destinan a personas en riesgo de exclusión social.
Pues bien, según dicho informe, durante el año pasado se beneficiaron de estas dos prestaciones 271 vecinos de las comarcas. Son tan sólo 75 menos de los que había en 2013, ya en los años finales de la recesión. De esos 271 habitantes, 198 percibieron una paga Risga. En 2013 eran solo una docena menos, 186. Por municipios, estas 198 personas viven en su mayoría en Lalín (96) y A Estrada 48). Las cifras bajan bastante al ver los datos de Cerdedo-Cotobade (15), Vila de Cruces (11), Silleda (10) y Agolada (también 10). Por debajo de la decena de beneficiarios están Forcarei (3) y Dozón (1), ya que Rodeiro carece de perceptores de Risga.
Donde se nota más variación en contraste con cinco años atrás es en las Axudas de Emerxencia Social. Durante el año pasado, 73 habitantes obtuvieron este tipo de respaldo puntual, frente a las 100 de 2013. De nuevo son las dos cabeceras comarcales, Lalín y A Estrada, las que lideran la lista de usuarios, con 50 y 12 vecinos, respectivamente. Agolada, Dozón y Rodeiro carecen de agraciados, mientras que Cerdedo-Cotobade aporta 6 beneficiarios, tanto Forcarei como Vila de Cruces dos y Silleda, uno. La variación más notable corresponde a A Estrada, que en 2013 tenía 35 usuarios.
Al margen de los vecinos favorecidos con estas dos prestaciones, el informe indica también el volumen de solicitudes para ambas. Fueron, en total, 251 tramitaciones, mientras que en 2013 sumaron 335. El descenso en las peticiones se nota s en las Risga: pasan de 175 a 121. Desde Lalín se solicitaron 55 pagas de este tipo, mientras que en A Estrada fueron 31 y en Cerdedo-Cotobade, 16. Silleda se coloca con 10 y Agolada cuenta 5, mientras que Forcarei tramita 3 solicitudes y Rodeiro, una. No hubo peticiones ni desde Dozón ni desde Vila de Cruces.
En cuanto a las Axudas de Inclusión Social, pasan de 160 a 130. En esta categoría destaca Lalín, con 89, y resalta a nivel provincial, puesto que entre los municipios de su categoría solo está superado por las 95 solicitudes enviadas desde Vilagarcía de Arousa. Ello puede darnos una idea de hasta qué punto sigue habiendo trabajo en precario que dificulta el poder llegar a fin de mes. A Estrada envió 20 solicitudes de AIS y Cerdedo-Cotobade, 8. También están por debajo de la decena Dozón (4), Silleda (3), Forcarei (3), Vila de Cruces (2) y Rodeiro (1). Desde Agolada no se tramitaron solicitudes en esta categoría.
En cuanto a los tiempos de resolución, a nivel provincial, para Risga desde que se envía la solicitud se precisan unos 127 días, y para AIS, 197.
