El informe de Política Social elabora, por provincias, un perfil de las personas beneficiarias de estas dos prestaciones en base a su situación laboral, la edad o su problemática. En el caso de las pagas Risga, en Pontevedra el tipo más común de usuario es el de un hombre, de 45 a 54 años, en situación de desempleo pero que sí tuvo trabajos anteriormente. Coincide de lleno con la situación que se da en las comarcas: la debacle que sufrió la construcción dejó sin trabajo a vecinos de mediana edad y con muchas dificultades para reciclarse laboralmente. El perfil de las mujeres que perciben Risga baja de tramo de edad, de los 35 a los 44. El importe medio de esta prestación en Pontevedra es de 431,11 euros, el más bajo de las cuatro provincias. En A Coruña, donde se da la prestación más alta, está en los 446,62 euros.

En cuanto a las ayudas de inclusión social, el tramo más afectado tanto entre los varones como entre las mujeres es el de más de 55 años. Según el estado civil, en la provincia solicitaron estas ayudas puntuales sobre todo hombres y mujeres solteros, que viven solos, en el caso de los varones, o que están al frente de hogares unifamiliares, en el caso de ellas. Destaca el porcentaje de beneficiarios que viven en un piso de alquiler y, en ambos géneros, tienen estudios primarios. También, tanto entre hombres como en mujeres, son personas desempleadas que sí han trabajado con anterioridad.