El organismo provincial de gestión tributaria y catastral también presta a los concellos un servicio de recaudación de multas. Tanto por estos trámites como por los ingresos tributarios se lleva un porcentaje, pero la mayor parte de las administraciones locales pontevedresas confía este asunto en el ORAL. En Deza y Tabeirós-Montes solo Forcarei no tiene delegadas las competencias, aunque sí para algunos tributos. La recaudación del dinero procedente de las sanciones por incumplir las ordenanzas municipales de circulación o las sanciones que Tráfico pueda imponer dentro de sus competencias en los núcleos urbanos también llegan a los ayuntamientos previo paso por el ORAL.

En los tres principales concellos de la zona fueron gestionadas un total de 3.372 multas durante el año pasado, que supusieron una recaudación de 485.880 euros. En A Estrada, las 1.960 infracciones, alcanzaron un importe total de 256.060 euros y 147.410 las 967 registradas en Lalín. En Silleda fueron 445 y una cuantía económica de 82.410 euros. Si nos ceñimos en exclusiva a las multas de tráfico de competencia municipal -son la mayor parte-, durante 2017 A Estrada recaudó 99.320 euros y Lalín y Silleda se repartieron 82.535 y 32.560 euros. Estas cuantías son bastante superiores -menos en el caso de Lalín- con las de, por ejemplo, 2015. Entonces en la capital de Tabeirós fueron 41.678 euros, en la dezana 93.135 y 13.710 en Silleda.