La parroquia de Frades vistió ayer sus mejores galas para celebrar la Romaría da Virxe dos Milagres. A pesar de ser jornada laboral, centenares de fieles llegaron al pequeño santuario de Requián con las emociones a flor de piel y con su más pura devoción tras realizar, muchos de ellos, su particular peregrinaje. Las imágenes de celebraciones anteriores, con el santuario abarrotado y con ávidos creyentes asomando sus cabezas por la puerta de la capilla, poco tienen que envidiarle a este año, que ha vuelto a repetir su gran éxito.

Sin embargo, Requián lleva acogiendo misas desde el lunes de la semana pasada, con el comienzo de la novena y, ayer, hubo misas desde las 08.00 horas para los más madrugadores, contando con una de ellas oficiada en gallego. No obstante, no fue hasta las 13.00 horas, con una rigurosa puntualidad, cuando llegó el momento que muchos asistentes llevaban todo un año esperando.

Tras un evento religioso de algo menos de una hora, la Virxe dos Milagres, sostenida por fieles y precedida por dos estandartes, una cruz y la figura de Nosa Señora da Piedade, asomó su rostro al exterior de la capilla. El silencio que inundó las inmediaciones del santuario durante la procesión de la virgen milagrera solo se vio interrumpida por la música de la Banda Cultural de A Estrada. En este margen, algunos asistentes aprovecharon el desalojo de la capilla para comprar velas, calendarios, abanicos, estampas o rosarios y hacer una su donación.

Esta tradición tiene sus orígenes en el siglo XVII cuando un sacerdote propició la construcción de una capilla en Requián dedicada a esta virgen y, aprovechando que era un lugar de paso para peregrinos que caminaban hacia Santiago de Compostela, acabó por instaurarse un profundo culto a la Virxe dos Milagres. De este modo, cada año esta localización reúne tanto a los romeros más mayores como a los más pequeños que comienzan a curtirse en dicha tradición.

En coche, en bicicleta o a caballo, son algunos de los métodos de desplazamiento de los fieles que acuden a la cita. Algunos también se acercan caminando, realizando así una pequeña peregrinación hasta la iglesia. Precisamente, miembros del gobierno local de A Estrada, entre los que se encuentran el alcalde, José López Campos, el teniente de alcalde, Juan Constenla, el edil de urbanismo, Gonzalo Louzao, y la edil de Xuventude, Lucía Seoane, hicieron su propia peregrinación que partió del consistorio.

Después de la procesión, los romeros se dirigieron hasta el campo de la fiesta. Y, además de un concierto de la Banda Cultural de A Estrada, pudieron disfrutar la comida, tanto en carpas como llevando su propia mesa. De este modo, tras un encuentro con una fuerte carga emocional, los feligreses no solo alimentaron el alma, sino también el cuerpo. Y esta celebración se prolongó con la actuación musical del grupo Tania Veiras durante la tarde y una verbena a cargo de D'Moda e Israel.

Los Milagres de Requián cerrarán hoy sus puertas hasta el próximo año. Lo harán con la veneración a Nosa Señora da Piedade y con la verbena de Compostela y América SL.