Antonio Manuel López Sal, más conocido como "Tone", lleva casi veinte años practicando raids de orientación. En todo este tiempo ha vivido competiciones de todo tipo e incluso ha tenido algún susto en forma de accidente. Sin embargo, reconoce que la competición que finalizó hace solo unos días en Escocia es la más dura a la que se ha enfrentado. La cita de las series mundiales disputada por los montes de Inverness estuvo marcada por la dureza del recorrido, que subió de nivel por culpa de las malas condiciones climatológicas. El frío, el viento, las olas y la lluvia pusieron las cosas muy complicadas a los participantes, con 25 de los 42 equipos participantes abandonando o llegando fuera de control. El Budiño Raid, equipo de Porriño con el que participaba el estradense, también tuvo que sufrir, pero consiguió superar los malos momentos para cumplir con creces su objetivo.
Tone reconoce que lleva una semana recuperando su cuerpo del esfuerzo realizado. La dureza de la prueba hizo que sus previsiones iniciales se disparasen. Finalmente terminaron esta cita de las series mundiales de raid de orientación en 100 horas y cuatro minutos, saliendo un lunes a las 8.30 horas y llegando la meta el viernes a las 12.34. El problema es que además del esfuerzo físico de las diferentes pruebas planteadas -con kayak, bicicleta o senderismo- tuvieron que lidiar con el sueño. De todas estas horas en competición solo durmieron tres horas y cincuenta minutos. "La recompensa mereció la pena", afirmaba ayer un todavía cansado Tone, contento de la décima posición final lograda por el Budiño Raid.
El estradense explicó que las condiciones que se encontraron en Escocia en pleno verano fueron mucho más duras de lo que esperaban. "Aquí estamos acostumbrados a entrenar y a competir bajo la lluvia pero fueron cinco días y siempre vas a tener momentos muy duros", explica. Tone marcó dos momentos claves. Uno fue en el segundo día, con más de cuarenta horas de carrera, cuando tuvieron que recorrer con el kayak una zona de mar abierto. "Había unas olas de cuatro o cinco metros y costaba muchísimo avanzar. Nosotros logramos acercarnos a la orilla y terminamos avanzando por fuera cargando con los kayacs. A muchos equipos sin embargo tuvieron que ir a sacarlos y perdieron mucho tiempo", relata. El otro fue una zona de bicicleta btt de 18 horas con varias de ellas de noche. "Entre la oscuridad, la lluvia y la lama se hizo muy duro", afirmó al tiempo que recordó el peligro constante de hipotermia en situaciones así.
Superados estos dos momentos duros en el ecuador de la prueba, el equipo se vio con opciones de meterse en el Top 10 y decidieron arriesgar. Por este motivo redujeron algunas de las horas de sueño previstas y tomaron decisiones arriesgadas que les salieron bien. "Tomamos riesgos porque al final estábamos varios equipos en una piña. Apostamos por dormir menos y casi lo terminamos pagando al final. Teníamos una zona final de bici y se nos hizo muy dura porque teníamos que hacer esfuerzos para no quedarnos dormidos. Al final a nosotros nos salió bien pero hubo algún accidente en ese tramo final de bici", explicó el estradense.
Tone se mostró muy contento por ese décimo puesto en una cita de las series mundiales. "Esto es un reto personal, algo para buscar y superar tus límites personales, y lo logramos", afirmó al tiempo que destacó la capacidad de sus compañeros para trabajar en equipo y salir adelante en los momentos más duros de la que calificó como una de las carreras más duras a las que se enfrentó a lo largo de todos estos años, por su dureza sumada a su longitud.
El deportista estradense tiene ahora que realizar una recuperación rápida, ya que el próximo día 8 volverán a participar en una prueba de las series mundiales, en esta ocasión en Croacia. "Deportivamente no es lo ideal pero nos invitaron y no quisimos decir que no. Esta claro que nos gustaría hacer de nuevo un Top 10 pero siendo realistas nuestro objetivo debe ser llegar a la meta".
