Lalín amaneció ayer con una de esas noticias que comienzan a correr como la pólvora entre sus vecinos y todos se niegan a creer que sea verdad. Luis Gustavo Rodríguez Taboada había fallecido en la noche del lunes a consecuencia de un infarto con solo 51 años.

El jefe de estudios del IES Laxeiro, una persona querida y respetada por compañeros, alumnos y padres, moría de camino a Santiago en ambulancia a donde había sido trasladado de urgencia luego de ser atendido en una clínca de la localidad de un infarto, que le repitió en el viaje y del que ya no pudo recuperarse. En torno a las nueve de la noche se sintió indispuesto en la piscina del Lalín Arena donde practicaba deporte, otra de las pasiones de quien aquellos lalinenses que ya peinan canas conocían como Langrán, por ser uno de los históricos del club de baloncesto local. Algunos ayer recordaban que su estatura -casi dos metros- era infinitamente mucho más pequeña que su calidad humana. Por el tanatorio de Jesús Taboada, en A Cacharela, pasaron ayer cientos de personas para acompañar a la familia en un trance muy doloroso, porque la pérdida de un ser querido siempre lo es, pero mucho más si acontece de manera inesperada como tristemente le ocurrió a Luis.

A media mañana, el director del instituto, Uxío Grande, que apenas podía contener las lágrimas, recordaba que Rodríguez Taboada era una persona de una enorme calidad humana. "Era como mi hermano, el alma del Laxeiro; era como un niño grande, siempre tranquilo y atento para atender y resolver cualquier cosa", relataba. "No concibo esto sin él. Trataba muy bien a los alumnos y era amigo de los padres, algo que no muchas veces se puede decir". Aunque cuando habían pasado menos de 12 horas de su fallecimiento era muy pronto para pensar en cómo recordar para siempre la figura de este profesor de Física y Química, Grande avanzó muy apenado: "Hay ideas para hacer algo, porque este curso tenemos que dedicárselo a él. Estoy destrozado y él tiene que seguir conmigo, no lo entendemos de otra manera", lamentaba. El fallecido también mostró su compromiso social, en concreto con la política, y concurrió en varias ocasiones en la candidatura del BNG.

Además de la familia del Laxeiro, el fallecimiento de Luis cayó como una losa encima de sus compañeros del club Basketdeza. Allí coincidió, años atrás, con compañeros de equipo como el conselleiro Román Rodríguez, o los exediles Xosé Manuel López y Ramiro Ruibal, y también con el vicepresidente de la AED, David Campos. Entre los cientos de mensajes de amigos, exalumnos y alumnado del Laxeiro difundidos en redes sociales había uno muy especial: el del club que calificaba el día de ayer como "quizá el más triste de nuestra historia". "Langrán, el pívot anotador que no quiso irse al Obradoiro con 14 años porque quería seguir en Lalín. Cuando todos admirábamos a los jugadores de la NBA se hace ruso y no se quitaba su camiseta de la CCCP. Nos deja un gran amigo, una excelente persona y creador de la frase: tienen cara de buenos". La Escola de Atletismo Deza también citó su calidad humana, pues su única hija, Lucía, era deportista de este club. Ella, de 16 años, precisamente tenía previsto ir este curso a Canadá con una beca por ser una brillante alumna.

Luis estaba casado con Inés Frade y en su oficio de profesor quizá tuvo mucho que ver que su ya fallecido padre, José Manuel, y su madre Teresa Taboada, Pachí, se dedicasen a la docencia. Sofía, Julio y Marta son sus hermanos.

A las 17.45 horas de hoy los restos mortales de González Taboada saldrán del tanatorio hacia la iglesia de As Dores para la celebración de la misa de funeral y posterior incineración. Lalín hoy despedirá a un profesional de la enseñanza, apasionado del deporte y de una talla humana mucho mayor que su imponente físico.