Según se recoge en la información aportada concello a concello por la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU), a lo largo de los últimos cuatro años se ha procedido al derribo de cuatro construcciones en A Estrada por no cumplir con la ley. Todas ellas eran casas residenciales que se construyeron en suelo catalogado con rústico.
La primera de estas demoliciones data del año 2016. Fue en junio cuando se tramitó el derribo de una pequeña vivienda unifamiliar que carecía de los permisos necesarios para levantarse en suelo rústico de protección de aguas. La siguiente fue en julio de 2017. En este caso se trataba de una vivienda en ruinas con una tipología de casa unifamiliar. En septiembre de 2018 se llevó a cabo la demolición de otra vivienda que también estaba en ruinas y sin habitar. En este caso se encontraba en suelo rústico de protección agropecuaria. Por último, el pasado mes de febrero el servicio de APLU en Pontevedra tramitó la demolición de una vivienda levantada en el lugar de los Sueiros, en la parroquia estradense de Santo André.
Todos estos casos difieren del que tuvo lugar ayer, ya que eran casas o bien abandonadas o no pensadas para tener un uso diario.
