Desde los años 90, la implantación de la energía eólica en Galicia fue expandiéndose de tal forma que ya hay 100 concellos vinculados a más de 150 parques con aerogeneradores. De ahí que en enero de este mismo año naciese el Observatorio Eólico de Galicia, puesto en marcha entre las fundaciones Juana de Vega e Isla Couto y la Universidade de Vigo.
Uno de los frutos que acaba de dar dicho organismo es un informe sobre la energía eólica en Galicia. El documento explica que desde 1995 la comunidad cuenta ya con una producción de 3.300 megavatios (MW). Buena parte de los aerogeneradores que originan esta energía se localizan en la sierra de la dorsal gallega, que atraviesa el centro de la comunidad, y las zonas costeras de las provincias de Lugo y A Coruña, con más de 1.000 MW cada una. Resulta más fácil ver su impacto al calcular los aerogeneradores: en Lugo están instalados 1.602,5 (uno de ellos es fronterizo) y en a Coruña, 1.585. En Pontevedra, la cifra es bastante más modesta, con 508,5 molinillos en toda la provincia.
Y aquí es donde queda patente que Deza y Tabeirós-Montes también tienen que aportar a la hora de hablar de energías renovables. Entre las dos comarcas rebasan la mitad de esos 508 aerogeneradores, con 276, repartidos ente los 147.5 de los municipios dezanos y los 128,5 que se reparten A Estrada, Forcarei y Cerdedo-Cotobade. El documento no recoge los datos de Dozón, que está afectado por el parque eólico Coto Frío, mediante el que el concello dezano soportará 9 molinillos, a los que se van a sumar 2 en O Irixo y uno en Piñor.
Así, en Deza su cabecera comarcal, Lalín, dispone de 80 aerogeneradores repartidos entre Monte do Carrio, Ameixeiras y la Serra do Candán, donde también se ubican molinillos que pertenecen ya a parques eólicos de municipios limítrofes como Forcarei (con 105,5 postes) o Silleda (con 12,5). Son los del parque del Couto de San Sebastián y Masgalán, en el Monte Coco. En Vila de Cruces, el informe del Observatorio Eólico de Galicia detecta 8 aerogeneradores, que en el caso de Rodeiro suben hasta los 36 y en Agolada, a 11. Las instalaciones de los dos municipios forman parte del complejo eólico Faro-Farelo, en el que también se integran las de Penas Grandes (en Carballedo, Lugo), Chantada y Monte Cabeza, en tierras de Camba.
En cuanto a Tabeirós-Terra de Montes, queda claro que Forcarei encabeza la producción eólica de esta comarca. Sus 105,5 aerogeneradores superan de lejos los 21 de Cerdedo-Cotobade y los dos de A Estrada.
Los parques eólicos, al igual que los embalses, centrales eléctricas o la AP-53, tributan en los concellos donde están asentados como Bienes de Características Especiales (BICES). En los últimos cinco años, todas estas instalaciones reportaron a las comarcas algo más de 7 millones de euros.
Y aunque no es la principal fuente de financiación de los municipios, sí parece convertirse en un valor seguro. Desde 1995, en Galicia se instalaron más de 3.500 MW. También es verdad que el sector tuvo cierto parón en cuanto a nuevas instalaciones desde 2008. El precio de esta energía y por tanto, su facturación, tocó techo en 2013, cuando las empresas facturaron más de 700 millones de euros. En 2017 se acercaban a los 600, gracias a la recuperación del valor del megavatio, que ahora está en 80 euros.
