Atrás queda Point de vue du Gras, nombre que recibe lo que hoy se considera la primera fotografía, o al menos, la imagen más antigua que se conserva. Nuevas creaciones se sucedieron y compitieron entre ellas por ver cuál era la mejor, pero poco se intuía de cómo las redes sociales revolucionarían la fotografía y al mundo en general. Actualmente se comparten 3.2 billones de imágenes a diario y, para compartirlas, se requiere un buen escenario que muchas veces se pone en valor a través de usuarios que quieren publicar un momento de su vida en internet. De este modo, la naturaleza y los elementos arquitectónicos de A Estrada, así como de municipios limítrofes, suelen ser un telón de fondo más que apto para compartir en estas plataformas.

Las redes sociales cuentan actualmente con cerca de 3.5 billones usuarios activos, lo que significa que significa que casi la mitad de la población mundial divulga sus contenidos y fotografías a través de ellas. Es así que A Estrada se deja ver en la red como un bosque lleno de vida, aguas cristalinas deslizándose suavemente y como arquitectura coronando cumbres rocosas. El municipio llega a ser foco de las imágenes de vecinos estradenses, aficionados de la fotografía e incluso influencers. Estos se han dejado cautivar por paisajes como los que se observan desde el parque eólico de A Rocha, el mirador de San Miguel de Castro e incluso la Alameda de A Estrada. Sin embargo, las localizaciones que se llevan la palma suelen ser, además, los principales reclamos turísticos del municipio.

Se encuentran así, el monumento del Pazo de Oca y sus inmediaciones. Precisamente, sus jardines fueron los que captaron la atención, en blanco y negro, de un tarraconense que tiene la fotografía como una de sus mayores aficiones y cuyo trabajo comparte a través de sus redes sociales. Daniel Roca Marín supo retratar la inmensa e insólita vegetación y la expresión de esta en las instalaciones del monumento estradense.

Siguiendo la corriente de las aguas del río Ulla se encuentra la magia que desprenden, y no solo en la noche de San Juan, las inmediaciones del Areal de Berres. Le siguen las vistas que cortan la respiración desde el mirador de Gundián y su antiguo puente. Y ya colindando con Teo, la aventura y calma del puente colgante de O Xirimbao, fue la escena escogida por la influencer Cristina García Pesqueira.

Y es que, ese deseo por el like, por reunir cientos de corazones en el regazo de cada usuario, acaba por ser no solo un elemento divulgativo de las publicaciones, sino un factor clave para la puesta en valor de entornos naturales y de las localizaciones en las que estas fotografías se tomaron. De este modo, se acaba demostrando que A Estrada es una tierra con encanto y, al final, una tierra que roba muchos corazones.