Ana María Taboada Moscoso, natural de San Miguel de Bendoiro, en Lalín, fue la madre de una de las figuras más sobresalientes de la milicia española en la Primera Guerra Carlista, el General Pardiñas, que falleció en la batalla de Maella el 1 de octubre de 1838.

El bravo e ilustre general Ramón Pardiñas Villardefrancos y Taboada, nació en una familia noble, hijo de José Rafael Pardiñas Villardefrancos y Varela, Coronel de Infantería, que participó en la Guerra de la Convención contra Francia y destacó en la Guerra de la Independencia y de su mujer la dezana, Ana María Taboada y Moscoso, hija de Bernardo Núñez Taboada, señor de la Casa de A Calzada y de María de la Estrella Moscoso y Fariña, sucesora de la Casa do Casal (Santa María de Babío), hija del Coronel José Antonio Moscoso Romay, abogado, Auditor de Guerra e Intendente General de la Real Armada y de Rafaela María Fariña de Luaces y Taboada. Sus padres se casarón el 26 de octubre de 1756, en la iglesia de Santa María de Babío (Pontevedra), en una ceremonia oficiada por el cura Lorenzo de Moscoso

Ana María Taboada nació en la Casa de A Calzada, en el lugar de A Lagoa, en la feligresía de San Miguel de Bendoiro, Lalín (Pontevedra), solar de los Núñez Taboada. Fue bautizada el 10 de julio de 1764, se casó dos veces, del primer matrimonio, con su primo hermano Marcos Pita da Veiga y Taboada, señor de la casa Casa de Sedor, hijo de Gonzalo Pita da Veiga y Juaquina Núñez de Taboada, que era hermana de su padre Bernardo, tuvieron dos hijos, Agustín y José Pita da Veiga y Taboada. Tras enviudar volvió a casar, en segundas nupcias, el 2 de enero de 1798, con José Rafael Pardiñas y Villardefrancos, dueño del Pazo de Corbelle, teniendo otros dos hijos, Ramón y María Asunción Pardiñas Villardefrancos Taboada.

Su padre Bernardo Nuñez Taboada, sucedió a sus padres en el vínculo de la Casa de A Calzada, fue Coronel de Infantería del Regimiento Provincial de Lugo, intervino en la Campaña de Portugal y en la defensa de las costas de Galicia contra la rapiña de los barcos britanicos; era hijo de Antonio Andrés Núñez Taboada, Juez y Justicia de Deza y de su mujer María Josefa Taboada Montenegro, natural de la feligresia de San Pelayo de Figueroa, hija de Andrés Taboada Andrade y María Ana Pardo de Montenegro, señora de la Casa Solar de Donfréan; nieto por línea paterna de Gonzalo Núñez Taboada Ulloa, Juez en Deza y Regidor de la Real Audiencia de la Coruña y de su segunda esposa María Ginzo Taboada, señores de la Casa de A Calzada; tercer nieto de Bernardo Núñez Taboada, primogenito de Gregorio Núñez Taboada e Inés Alonso Gundín, fundadores de la Casa de A Calzada y de Alberta Taboada, hija de Vasco Taboada, Juez de la Tierra de Trasdeza y María Rodríguez, fundadores del vínculo de Brenzos.

La madre de Bernardo Taboada Núñez, María Josefa Taboada Montenegro, era hija de Andrés Taboada Figueroa y de María Ana Clara Montenegro, señora de la Casa Solar de Donfreán; nieta por línea paterna de Gregorio Taboada y de Andrea Andrade de Seijas, a los cuales casó el arzobispo de Méjico, Mateo Segade Bugueiro; segunda nieta de Lucas Ginzo Santiso y Juana Taboada Barrio y por línea materna de María Josefa Taboada Montenegro, nieta de Andrés Pardo Moscoso y de María Montenegro Taboada; segunda nieta de Diego García Pardo e Inés BahamondeMoscoso, señores de la casa solar de Torrefeita.

El bravo general Ramón Pardiñas Villardefrancos y Taboada, nació el año 1802 en la calle del Franco, nº 4 de Santiago de Compostela. Pardiñas ingresó en el ejército español en septiembre de 1816, a la edad de 14 años, como Subteniente en el Batallón Provincial de Santiago de Compostela. En noviembre de 1824 fue ascendido a Teniente y enseguida a Capitán siendo destinado al provincial de Pontevedra. En 1829, con tan solo veinte años, ascendió a Teniente Coronel del provincial de Tui y después, en 1830, al provincial de Pontevedra.

Fallecido Fernando VII, combatió en la Primera Guerra Carlista, tomando partido por el bando cristino. Defendió los derechos de Isabel II con el rango de Comandante General de Asturias. Como tal, organizó la defensa de Oviedofrente a los ataques de soldados carlistas denominados requetés.

Tras su misión en Asturias, en atención a sus meritos, fue promovido al cargo de Brigadier. Se distinguió en los hechos de Úbeda y Baeza y en mayo de 1838 derrotó en Béjar a la numerosa partida carlista mandada por el famoso Basilio García. Con 36 años fue nombrado Mariscal. El nombramiento lo logró por su participación en la sangrienta batalla de Castril que tuvo lugar en 1838, también contra los carlistas.

También participó en la política, fue elegido diputado a Cortes en 1834 por la provincia de A Coruña y en 1837, volvió a ser elegido por Pontevedra, pero su participación activa en la Guerra Carlista le impidió una presencia más constante en los debates de las Cortes. En 1838 alcanzó el rango de Maestre de Campo. Por los servicios prestados en el ejército defendiendo a la Reina Isabel II, le fue concedida la Cruz de San Fernando.

El general Pardiñas murió de una lanzada en el campo de batalla, en la localidad zaragozana de Maella "Batalla de Maella", frente a uno de los más destacados militares carlistas, el general Ramón Cabrera, "El tigre del Maestrazgo". En ella fue totalmente destruida la mejor división liberal, llamada del "Ramillete" porque contaba con la flor y nata de la oficialidad liberal, mandada por el general Ramón Pardiñas. Tras su muerte, Pardiñas fue enterrado en la iglesia del convento de San Agustín de Caspe. Nicomedes Pastor Díaz dice que "el General Pardiñas era uno de los más bizarros y de las más gloriosas esperanzas del ejército español".

Murió sin sucesión, soltero y su patrimonio lo heredó su hermana María Asunción casada con Agustín Sanjurjo Montenegro. El 27 de agosto de 1890, el rey Alfonso XIII durante su minoría de edad, siendo Regente su madre, la reina María Cristina de Habsburgo Lorena, creo el titulo nobiliaria del Marquesado de Casa Pardiñas, a favor de Ramón Sanjurjo y Pardiñas, hijo de su hermana, senador del Reino y alcalde de Santiago, en memoria de los servicios prestados a la Corona por su tío carnal, el ilustre militar Ramón Pardiñas y Villardefrancos Taboada.

El Ayuntamiento de Madrid perpetuó su memoria dando su nombre a una de las calles del barrio de Salamanca. El Ayuntamiento de Santiago de Compostela le dedicó un recuerdo denominando calle del General Pardiñas a una de las calles del ensanche. Las poblaciones de Béjar y Castril también le dedicaron una de sus principales calles a Pardiñas.