El actual grupo de gobierno de Lalín deberá definir el modelo de núcleo urbano para los próximos años y la movilidad es una de las cuestiones que deben ser tenidas en consideración. La primera medida en estos poco más de dos meses de mandato fue dejar su impronta con el cierre provisional de las dos principales calles del centro los fines de semana.
El equipo de José Crespo cumplió con su promesa electoral y retiró la valla con la que, de viernes a domingo, se cortaba la circulación de vehículos desde el cruce de Calvo Garra con Principal y toda Loriga. La ya famosa cancela fue sustituida por una especie de celosía móvil que se coloca desde la tarde de los viernes al domingo por la noche, pero que después de las fiestas de septiembre desaparecerá y el Kilómetro 0 solo se cerrará a los coches cuando haya eventos que así lo requieran. Pues bien, el ejecutivo ha heredado el denominado Plan de Mobilidade Urbana Sostible de Lalín (PMUS), un documento de carácter consultivo, pero que está enmarcado en la estrategia europea por la que le fue concedido a Lalín fondos por valor de 5 millones de euros. Y este dinero debe emplearse en desarrollo urbano sostenible, porque así además lo identifica el acrónimo del denominada Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (DUSI). La reducción de emisiones y los modelos de movilidad son cuestiones en las que incide este proyecto y también algunas de las que marcarán la política comunitaria en los próximos años, no solo para las grandes urbes.
El PMUS, dado a conocer meses atrás por el anterior gobierno, incluía la realización de encuestas sobre hábitos de movilidad. Así, entre los modos de desplazamiento el vehículo privado se mantiene claramente como el medio más habitual para los vecinos. Seis de cada diez lo utiliza para acudir a su puesto de trabajo o realizar compras, aunque mucho más en el primer caso que para acudir a un establecimiento comercial. Otro 34% se desplaza a pie, mientras que alternativas como el transporte público (4%) o la bicicleta (1) tienen una incidencia casi insignificante.
En cuanto a los problemas de movilidad, el 43% apunta a la dificultad para la circulación de coches y casi 3 de cada 10 ven un handicap el tránsito de peatones. Precisamente con respecto a la movilidad peatonal, el documento indica que el grado de satisfacción está entre aceptable y bueno y casi el 40% de los participantes asegura que se desplaza a pie por ocio y/o deporte. Otro de los problemas detectados tiene que ver con una deficiente conexión mediante transporte público del corazón de la capital con las parroquias.
También en este trabajo de participación ciudadana se planteó en las reuniones sectoriales el desarrollo de la peatonalización. En este sentido, el 73% estaría a favor de reservar para los viandantes calles como Principal, Loriga, Calvo Garra, Matemático Rodríguez y González Taboada. Por otro lado, el informe concluye que el grado de satisfacción con la señalización y la seguridad es solamente aceptable, mientras que la iluminación, la accesibilidad y el estado de las aceras son aspectos que presentan un menor grado de satisfacción.
