"Hay que tener una cara muy dura" para que uno de los partidos del gobierno anterior pregunte por el estado de un contrato como el del agua que el gobierno de Rafael Cuíña dejó caducar en septiembre de 2018, tras denunciar el contrato en agosto de 2017 y descartar la vía común para prorrogarlo sin sacar un nuevo contrato, que prorrogó tácitamente según algunos informes técnicos de una manera cuando menos irregular, y en el que tuvo nueve meses desde la caducidad para avanzar en la tramitación sin apenas moverse de la casita de salida del proceso de contratación". Así responde el PP lalinense a las preguntas de Compromiso por el estado de este contrato. Censura al anterior regidor por pretender que el ejecutivo popular tuviese que hacer en dos meses en los que "a casi totalidad de funcionarios municipales disfrutan de sus vacaciones y en un mes de agosto que es prácticamente inhábil para administración y para grandes empresas, lo que el cuatripartito no hizo en el año anterior a la caducidad del contrato y en los nueve meses que pasaron desde septiembre hasta junio"

Los populares también le piden que esté "tranquilo" y dicen que parece que "la prisa que no le entró ni a él ni a su compañero Casares con la EDUSI, que estaba en niveles mínimos de ejecución que no superaban el 3% cuando se superó ya el ecuador del tiempo del proyecto, le entran ahora que no gobierna y que son otros los que tienen que adjudicar proyectos con notables errores de coste económico, con problemas de coherencia entre los proyectos de una misma línea, o con planes de muy difícil ejecución. "No vamos a permitir que ni Cuíña ni Casares ni a CxL ni a PSOE intenten doblar la realidad y pretendan culpar al actual gobierno de retrasos de ningún tipo en la contratación de proyectos que cuando se cogieron presentaban deficiencias de todo tipo y estaban muy lejos de las proyecciones económicas reales", remarcan los populares.