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Pincel, paleta y colores con sello de Agolada

La agoladesa Silvia Bruguera Pereiro se atreve con varias técnicas pictóricas y presentó sus cuadros en la cita con la artesanía

Silvia Bruguera durante su exposición en la Mostra de Artesanía de Agolada. // Bernabé/Ana Agra

Agolada es una localidad que puede presumir de artistas, tal y como demostró en la recién 23ª edición de su Mostra de Artesanía, en la que se hizo una enorme apuesta por talentos locales. En uno de Os Pendellos se pudo visitar durante tres días los cuadros de Silvia Bruguera Pereiro. Esta joven, de casi 19 años, es natural de Cataluña, pero reside en el casco urbano agoladés desde los seis. Su gran pasión es la pintura a la que le dedica tiempo siempre que puede y se atreve con prácticamente todo.

Su talento para dibujar se hizo palpable cuanto cursaba sexto de Primaria y no, no fue en la materia de Dibujo, precisamente. "En ese curso teníamos que copiar mapas y mis compañeros hacían el relieve calcando, pero yo empecé a dibujar la silueta y se me daba bien y dibujar fue algo que poco a poco fui mejorando", confiesa Silvia Bruguera. Empezó por dibujos mangas y después se adentró en los retratos, algo que aprendió a perfeccionar años después. Para lo que no somos expertos en dibujo, el término Manga es la palabra japonesa en la que se denomina en Japón a las historietas gráficas. Sin embargo, se ha extendido hasta significar un estilo determinado de dibujo. Bruguera hoy en día también se atreve a hacer cuadros de autores famosos como alguno de Van Gogh o de otros, menos conocidos, pero que consiguen captar su atención.

En cuanto a las técnicas utiliza un poco de todo. "Uso lápices de colores, carboncillo, acrílico...", cuenta. Estudió el Bachillerato de Artes en el IES Ramón María Aller Ulloa, de Lalín, en donde aprendió a mejorar su técnica y explotar todo su talento. "Fue en bachillerato en donde conseguí hacer bien los retratos, porque lo cierto es que al principio no se me daban muy bien, por eso tras hacer los primeros, decidí dejarlos hasta que aprendí en clases", cuenta esta agoladesa, que a lo largo de sus trayectoria como pintora fue aprendiendo poco a poco. "En 3º y 4º ESO tuve unas profesoras muy buenas que me enseñaron mucho y después, todo lo perfeccioné en Bachillerato".

Ahora mismo está estudiando algo que no tiene mucho que ver con la pintura, tal y como ella misma afirma. Está cursando Animación Sociocultural y Turística en el IES Plurilingüe Rosalía de Castro, de Santiago de Compostela. "Por ello, últimamente tenía un poco abandonada la pintura, pero cuando me dijeron de exponer en Os Pendellos volví a retomar los trabajos y desde esos días tengo muchos encargos, algo que no pensé que sería así", apunta. Esta joven no pensaba que tendría tantas ventas en la exposición y tantos encargos, por lo que considera que iniciativas como estas son muy buenas, sobre todo, para los artistas noveles. Confiesa que si tuviese que cambiar algo de la muestra sería el lugar en el que le tocó exponer. "Era un Pendello bastante escondido, era mejor estar en uno más abierto, aunque después, al llover me alegré porque allí no se mojaron para nada lo cuadros".

Encargos

Esta pintora novel tuvo bastantes encargos durante la exposición en este enclave histórico y en como en todo, para gustos, los colores, son de lo más variados. "Me pidieron sobre todo retratos y algún que otro dibujo como de Dragon Ball, de Pokémon o incluso de Spiderman, que nunca había hecho ninguno y me está llevando sinceramente su tiempo, pero bien, porque me encanta probar cosas nuevas". Cuenta que un dibujo en un folio tamaño A4 le suele llevar unas ocho horas y un retrato algo más y puntualiza "que por supuesto, depende del tamaño de este".

En Agolada fue la primera vez que expuso y ahora ya tiene una propuesta para hacerlo en Compostela. "Un hombre me dijo que si hacía lago sobre la catedral de Santiago, puedo exponer en una muestra en Compostela, así que nos pondremos a ello". Cuenta que primero quiere acabar la carrera, pero que continuará dedicando todas las horas que pueda a la pintura, para decidir más adelante si la paleta y el pincel se hacen un hueco en su día a día para dedicarse a ello o para emprender nuevos proyectos relacionados con este arte.

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