Casi 26 millones de euros ingresaron los concellos de las comarcas durante el año pasado por tributos y tasas municipales, lo que supone un incremento de 2,5 millones respecto a las cuentas del anterior ejercicio. Así se desprende de los datos de las liquidaciones de las cuentas divulgadas por el Ministerio de Hacienda, aunque en esta relación de administraciones locales no figura Dozón, la más pequeña de Deza y Tabeirós-Montes.
En un año preelectoral solo Vila de Cruces y Agolada se situaron en unos niveles de ingresos más bajos que en 2017, mientras que los demás ayuntamientos vieron como a sus arcas llegaban más recursos aportados directamente por sus administrados. Con estos balances, Rodeiro desbanca a Agolada como la localidad en la que sus vecinos pagan de media más impuestos, pues la presión fiscal en este concello dezano se sitúa en 484 euros. Ahí se incluyen los 1,2 millones obtenidos por la administración local cambota por impuestos directos (986.225 euros), indirectos (59.148) y otros 168.565 procedentes de tasas y otros ingresos. Estos números indican que las transferencias por estos tres conceptos crecieron en un año en algo más de medio millón de euros, siempre según los datos del ministerio.
Lalín se mantiene claramente como la administración local de las comarcas que más ingresos obtiene vía tributos municipales, al lograr casi 1,4 millones más en un año y alcanzar los 9,5. El desglose es el siguiente: 5,8 millones por impuestos directos, otros 3,4 de tasas y 228.000 euros de tributos indirectos. Destaca sobremanera el alza en los tributos directos -los que gravan la propiedad, como la contribución, entre otros- donde pasa de liquidar 4,8 millones a 5,8 del último balance presupuestario. La presión fiscal se sitúa en 473 euros.
Los ingresos obtenidos por el Concello de A Estrada -un municipio semejante, pero con un presupuesto tradicionalmente más bajo que Lalín- son mucho menores que los de la localidad vecina. La diferencia positiva es de casi 424.000 euros más que el año anterior, pues la recaudación totaliza los 6,5 millones de euros. De esta suma; 3,9 corresponden a impuestos directos, otros 2,5 a tasas municipales y los tributos indirectos se acercaron a los 102.000 euros. En consecuencia, la presión fiscal media es de 318 euros.
Los silledenses dejaron en la caja municipal casi 3,8 millones, 205.000 euros más que los derechos liquidados en 2017, pero esta situación debe atribuirse solo al alza en las transferencias de los impuestos directos, pues en los otros dos capítulos la recaudación fue menor.
En Vila de Cruces, aunque la diferencia no es muy acusada, los fondos bajaron en 24.000 euros en total, con semejantes recaudaciones en tributos y tasas, que en este caso se colocaron en 1,5 millones. En Agolada fueron exactamente 852.969 euros los ingresos, 82.000 menos que en la anterior cuenta.
En los dos municipios de Terra de Montes la recaudación creció, aunque en unos índices no demasiado representativos. Forcarei obtuvo de tributos y tasas municipales 1.081.430 euros (34.744 más) y en el caso de Cerdedo-Cotobade la diferencia fue de 68.500 a mayores de los derechos liquidados doce meses antes. En este caso los ingresos absolutos fueron de algo más de 1,2 millones, si bien no constan datos de unos impuestos indirectos por los que en 2017 obtuvo 4.370 euros.
