Agosto de 2007. A Estrada escribe una nueva página en la larga lucha del Concello por incorporar la Torre de Guimarei, uno de los emblemas del municipio, al patrimonio público. El entonces alcalde estradense, el socialista José Antonio Dono, dio a conocer la sentencia del Tribunal Supremo por la que se reconoce el derecho de retracto por cuenta y a favor del concello estradense. Se desestimaba así el recurso presentado por el particular que adquirió este conjunto arquitectónico situado a escasa distancia del casco urbano, toda vez que se otorgaba la opción de compra a la administración municipal. Han pasado doce años desde aquella aplaudida resolución. Lo único que ha cambiado desde entonces es que el derecho de retracto ha caducado.

Desde el Concello se aclaró en reiteradas ocasiones que el derecho concedido a la administración municipal afectaba en exclusiva a la torre, no al pazo ni a la superficie sobre la que se asienta este conjunto arquitectónico.

El ayuntamiento aspiró en varias ocasiones a hacerse con este patrimonio. Después de que un particular lo comprase, la Xunta tomó cartas en este asunto en el año 2000, iniciando la reclamación del derecho de retracto por cuenta y a favor del ayuntamiento estradense. A través de una orden de la consellería de Cultura se ponía de manifiesto el interés de la administración municipal por acceder a este bien al mismo precio declarado en su momento por su comprador. Se precisó en su día que fueron 360.000 euros, 60 millones de las antiguas pesetas.

En estos 12 años fueron muchos los estudios y valoraciones. Se reconocieron contactos con los propietarios de los que nunca más se supo. El gobierno de López Campos descartó una posible operación de compra y llegó a inclinarse más por un proyecto de valorización del entorno que tampoco tuvo efectos. A día de hoy la apuesta por hacer público este bien está aparcada.