Un año más, la Eira da Xoana de Ramil, situada en Agolada, celebró un homenaje a las víctimas de la represión franquista que tuvo lugar el domingo. En este caso, se recordaron a Camilo Díaz Baliño y Sixto Aguirre o también al que fue el primer alcalde republicano de Agolada, Primo Castro Vila. Los actos comenzaron en Saa (Palas de Rei) en la carretera N- 547 que enlaza Santiago de Compostela con Lugo, en el sitio en donde aparecieron los cuerpos asesinados de Díaz Baliño y Sixto Aguirre.

Desde ese lugar los asistentes realizaron un recorrido con paradas en distintos puntos de la comarca que guardan una huella profunda de la represión franquista y el trayecto terminó en Ramil. En la Eira da Xoana disfrutaron de una comida para celebrar el I Encontro da Irmandade da Eira. Al almuerzo, asistieron más de 150 personas procedentes de distintas zonas del país, de las que algunas acudieron previamente a los actos de recuerdo y homenaje de las víctimas del franquismo.

"Emotivo homenaje del que fue el primer y único alcalde republicano de Agolada al que asistieron sus nietas Paz, Celsa y Ascensión Vázquez Castro, ya que no pudo asistir su otra nieta Mercedes", indicó el vecino Ángel Utrera, que fue el encargado de hacer un recorrido por la trayectoria de Primo Castro. Utrera también destaca la presencia del alcalde de Agolada, Luis Calvo. "El primer alcalde de Agolada que visita y acude a un acto institucional en la Eira da Xoana, en donde prometió apoyar y colaborar con las actividades de Adega", recalca.

Delante de la placa, que fue colocada en 2006 en su actual emplazamiento en la Eira da Xoana, junto al monolito en memoria de todos los que sufrieron la represión, las nietas del mandatario republicano depositaron un ramos de rosas. Utrera, autor de un trabajo sobre la figura del desaparecido alcalde, que les fue entregado a las nietas en el acto, dedicó unos minutos a recordar lo que fue aquel convulso período de nuestra historia. "Lo que se hizo y se dejo de hacer durante el escaso tiempo en el que le dejaron los militantes golpistas desempeñar el cargo de alcalde, para lo que había sido electo, en el sufragio del mes de abril del 1931, en los albores de nuestra Guerra Civil, tras el golpe militar", cuenta Utrera.

La jornada de homenajes terminó con música y poesía a pesar de que la lluvia y el mal tiempo marcaron con intensidad la jornada dominical. En Ramil también ese día se celebró su fiesta de verano con misa y la cita estuvo amenizada por agrupaciones musicales.