Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Guimarei recupera un pedazo de su historia

El carpintero David Rosende reproducirá los característicos arcos de madera que durante medio siglo adornaron la iglesia de San Xiao de Guimarei y que tuvieron que dejar de usarse por su deterioro

David Rosende, ayer, en su taller de Tec-Model. // Bernabé/J. Carlos Asorey

Nadie sabe exactamente cuándo comenzaron a utilizarse pero todos responden con la misma afirmación: "Llevan ahí desde que yo era pequeño". Los arcos de madera que durante años adornaron las fiestas parroquiales de los Dolores en la iglesia de San Xiao de Guimarei son uno de esos elementos que terminan caracterizando una celebración hasta el punto de convertirse en un símbolo para todos sus vecinos. Esa marca diferenciadora quedó sin embargo escondida en la memoria de todos ellos durante los últimos años. El progresivo deterioro de los arcos terminó haciendo imposible su colocación en las últimas ediciones de la feria, por lo que sus características formas y colores dejaron de adornar la entrada la iglesia.

Ese sentimiento perdido es el que quisieron recuperar los integrantes de la nueva comisión de fiestas de Guimarei. En su proyecto para intentar dar esplendor a la fiesta de los Dolores -que tendrá lugar del 13 al 15 de septiembre- figuraba la recuperación de los arcos de madera, un bonito regalo para esta edición pero también para próximas fiestas. Sin embargo, su idea de recuperar "un pedazo de su historia" se vio truncado por el mal estado en el que se encontraban los arcos. Tras años guardados en el local parroquial, la polilla había atacado de tal manera la madera que ya era imposible recuperar y restaurar las estructuras.

Lo que parecía ser un punto y final para esta bonita iniciativa se convirtió sin embargo en una nueva oportunidad. El responsable de esa recuperada ilusión es David Rosende Fuentes, carpintero de la parroquia y responsable de Tec-Model. Tras no conseguir recuperar los viejos arcos, Rosende se ofreció a realizar una réplica de los anteriores, un trabajo que afronta como un reto personal y también como una honra. La comisión de fiestas se ofreció a ayudar en el proyecto, tanto colaborando con mano de obra como aportando algo de dinero para la adquisición de la madera necesaria pero el carpintero rechazó todos sus ofrecimientos.

"Creo que es el momento de echar una mano", sentenció. "La empresa donará los arcos para la fiesta y para que queden a disposición de la parroquia a partir de ahora para usarlos siempre que quieran", añadió en el mismo sentido. David Rosende tiene ahora un duro trabajo por delante que está realizando con sus propias manos. Según explicó, este especial encargo llegó cuando la empresa está realizando jornada intensiva. Eso le permite quedarse por las tardes para avanzar en la reproducción de los arcos. Según sus estimaciones -y con unas pequeñas vacaciones por el medio- las nuevas estructuras podrían estar listas en dos semanas, con tiempo suficiente para estar a disposición de la parroquia en la próxima edición de las fiestas patronales.

En cuanto al trabajo que está realizando, Fuentes explicó que la intención es mantenerse lo más fiel posible a los arcos tradicionales, con una forma muy característica en la que destacan las flechas que salen hacia arriba. Ha introducido sin embargo alguna pequeña modificación sobre el modelo inicial para hacerlo más eficiente, especialmente a la hora de colocar en la entrada de la iglesia. "Uno de los arcos estaba hecho a medida pero el otro no, porque se modificó la escalera. Era muy difícil colocarlos tal y como estaban, así que se modificó un poco la medida para que quede mejor.", explicó. También se han introducido algunos pequeños cambios en las molduras para hacerlas más fuertes. En cuanto la madera utilizada, será toda pino del país, la que más utilizan en su carpintería a diario.

David Fuentes confía en que el resultado final termine gustando a los vecinos, con alguna sorpresa guardada que se desvelará en la fiesta. El carpintero se mostró contento de poder participar en un proyecto que permitirá recuperar un elemento con cerca de 50 años de antigüedad y que muchos vecinos, entre los que se incluye, consideran una parte de su historia y un símbolo de su celebración más importante.

Compartir el artículo

stats